Recuperación laboral, un espejismo y mayor anemia salarial

La Razón | Ángeles Aguilar.

A largos días, largos trabajos… La llegada de la pandemia puso el tiempo en pausa a la espera de un plazo cada vez más distante.

Atrapado en este tortuoso reloj de arena, que no marca el momento de dejar atrás los temores de este año, el mercado laboral no logra recuperarse.

Ayer el Inegi, al mando de Julio Santaella, dio a conocer que la tasa de desocupación pasó del 5.2% en agosto al 5.1% en septiembre, una baja marginal. Sin embargo, el porcentaje podría subestimar de manera sustancial el número de personas que no encuentran un puesto de trabajo.

Entre marzo y mayo salieron de la Población Económicamente Activa (PEA) arriba de 12 millones de personas. Si bien en los últimos meses regresaron 8.4 millones de trabajadores, la realidad es que aún persisten cerca de 3.6 millones de personas desanimadas que permanecen al margen.

A lo anterior sume los 2.7 millones de trabajadores desocupados dentro de la PEA que no logran colocarse. En general de considerarse lo anterior la tasa de desocupación sería cercana al 12%.

Por si fuera poco, 63% de la población que sí está ocupada no recibe un sueldo o tiene un ingreso apenas equivalente a dos salarios mínimos…

La deformalidad… De igual forma, el empleo formal sufre un acelerado deterioro. A septiembre, el IMSS reportó una reducción total de 911 mil puestos de trabajo respecto a febrero, mes previo a la pandemia.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), hace ver que para compensar dicho desplome se requerirían por lo menos año y medio de avance en una economía con una expansión mínima del 3.5%; es decir, que con un crecimiento del PIB de entre 2% y 2.5%, el tiempo será mayor.

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