Elementos imprescindibles para recibir a las ánimas – Cada uno de los siguiente elementos encierra su propia historia, tradición, poesía y, más que nada, misticismo. El agua, La fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso.
En algunas culturas simboliza la pureza del alma. La sal. El elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año. Velas y veladoras, Los antiguos mexicanos utilizaban rajas de ocote. En la actualidad se usa el cirio en sus diferentes formas: velas, veladoras o ceras.
La flama que producen significa «la luz», la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.
- Si los cirios o los candeleros son morados, es señal de duelo; y si se ponen cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.
- Copal e incienso,
- El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles.
Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Fragancia de reverencia. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro. Las flores, Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa. La flor amarilla del cempasuchil (Zempoalxóchitl) deshojada, es el camino del color y olor que trazan las rutas a las ánimas.
Los indígenas creían que la cempasúchil era una planta curativa, pero ahora solo sirve para adornar los altares y las tumbas de los difuntos. Por esta razón se dice que a lo largo del tiempo la flor fue perdiendo sus poderes curativos. Flor de cempasúchil significa en náhuatl «veinte flor»; efeméride de la muerte.
El petate. Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En este particular día funciona para que las ánimas descansen así como de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda. El izcuintle, Lo que no debe faltar en los altares para niños es el perrito izcuintle en juguete, para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete.
- El perrito izcuintle, es el que ayuda a las almas a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán, El pan,
- El ofrecimiento fraternal es el pan.
- La iglesia lo presenta como el «Cuerpo de Cristo».
- Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.
El gollete y las cañas se relacionan con el tzompantli. Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Los panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
¿Qué hago con la sal que puse en el altar de muertos?
Veladoras o ceras – Su flama es la guía que permite que las ánimas regresen a sus hogares. Significan la luz que da esperanza. En muchas ocasiones se coloca una veladora por difunto, otras personas tienen la costumbre de acomodar cuatro ceras en representación de los cuatro puntos cardinales y si el difunto acaba de fallecer, suelen emplear candeleros morados en señal de duelo.
¿Dónde se pone la cruz de sal en el altar?
Elementos religiosos –
Cruz
En todo el altar se colocan símbolos referentes a la cruz, la cual es un elemento que agregaron los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catolicismo entre los nativos y en tradición tan arraigada como era la veneración de los muertos.
Imágenes religiosas
Se coloca una imagen o escultura del santo de devoción de la persona a la que se dedica el altar. También se coloca una imagen o cromo de las benditas ánimas del purgatorio, para facilitar la salida del difunto, si se encontrara en el purgatorio, debido a no poder alcanzar la gloria (entrada el cielo), según la teología católica quienes han muerto habiendo cometido pecados veniales sin confesar, pero sin haber cometido pecado mortal, deberá expiar sus culpas en el purgatorio.
Rosarios
Se puede colocar un rosario de cuentas en los niveles del altar. En el último nivel, en el caso de ser de siete niveles, se coloca un rosario hecho de limas y tejocotes,
¿Por qué se pone un espejo en el altar de muertos?
EL ALTAR DE MUERTOS –
- Origen y significado en México a través de la Historia del hombre.
- El culto a los muertos se ha manifestado en diferentes culturas de Europa y Asia, como la china, la árabe o la egipcia, pero en las culturas prehispánicas del continente americano no ha sido de menor importancia; así, la visión y la iconografía sobre la muerte en nuestro país son notables debido a ciertas características especiales, como el sentido solemne, festivo, jocoso y religioso que se ha dado a este culto, el cual pervive hasta nuestros días.
- La muerte es un personaje omnipresente en el arte mexicano con una riquísima variedad representativa: desde diosa, protagonista de cuentos y leyendas, personaje crítico de la sociedad, hasta invitada sonriente a nuestra mesa.
En México, las culturas indígenas concebían a la muerte como una unidad dialéctica: el binomio vida-muerte, lo que hacía que la muerte conviviera en todas las manifestaciones de su cultura. Que su símbolo o glifo apareciera por doquier, que se le invocara en todo momento y que se representara en una sola figura, es lo que ha hecho que su celebración siga viva en el tiempo.
- Para conocer más acerca de la festividad del Día de Muertos y el significado que tiene hoy el altar, es necesario echar una vista atrás a la historia, hacia las épocas prehispánica y colonial, para tener un panorama más amplio de su significado.
- La época prehispánica
- Los orígenes de la tradición del Día de Muertos son anteriores a la llegada de los españoles, quienes tenían una concepción unitaria del alma, concepción que les impidió entender el que los indígenas atribuyeran a cada individuo varias entidades anímicas y que cada una de ellas tuviera al morir un destino diferente.
Dentro de la visión prehispánica, el acto de morir era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, el reino de los muertos descarnados o inframundo, también llamado Xiomoayan, término que los españoles tradujeron como infierno. Este viaje duraba cuatro días.
- Al llegar a su destino, el viajero ofrecía obsequios a los señores del Mictlán: Mictlantecuhtli (señor de los muertos) y su compañera Mictecacíhuatl (señora de los moradores del recinto de los muertos).
- Estos lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto permanecía un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán y llegar así al último piso, que era el lugar de su eterno reposo, denominado «obsidiana de los muertos».
Gráficamente, la idea de la muerte como un ser descarnado siempre estuvo presente en la cosmovisión prehispánica, de lo que hay registros en las etnias totonaca, nahua, mexica y maya, entre otras. En esta época era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
- El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar mexicano, iniciando en agosto y celebrándose durante todo el mes.
- Para los indígenas la muerte no tenía la connotación moral de la religión católica, en la cual la idea de infierno o paraíso significa castigo o premio; los antiguos mexicanos creían que el destino del alma del muerto estaba determinado por el tipo de muerte que había tenido y su comportamiento en vida.
Por citar algunos ejemplos, las almas de los que morían en circunstancias relacionadas con el agua se dirigían al Tlalocan, o paraíso de Tláloc; los muertos en combate, los cautivos sacrificados y las mujeres muertas durante al parto llegaban al Omeyocan, paraíso del Sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra.
El Mictlán estaba destinado a los que morían de muerte natural. Los niños muertos tenían un lugar especial llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche para que se alimentaran. Los entierros prehispánicos eran acompañados por dos tipos de objetos: los que en vida habían sido utilizados por el muerto, y los que podía necesitar en su tránsito al inframundo.
La época colonial En el siglo XVI, tras la Conquista, se introduce a México el terror a la muerte y al infierno con la divulgación del cristianismo, por lo que en esta época se observa una mezcla de creencias del Viejo y el Nuevo Mundo. Así, la Colonia fue una época de sincretismo donde los esfuerzos de la evangelización cristiana tuvieron que ceder ante la fuerza de muchas creencias indígenas, dando como resultado un catolicismo muy propio de las Américas, caracterizado por una mezcla de las religiones prehispánicas y la religión católica.
En esta época se comenzó a celebrar el Día de los Fieles Difuntos, cuando se veneraban restos de santos europeos y asiáticos recibidos en el Puerto de Veracruz y transportados a diferentes destinos, en ceremonias acompañadas por arcos de flores, oraciones, ¡ procesiones y bendiciones de los restos en las iglesias y con reliquias de pan de azúcar –antecesores de nuestras calaveras– y el llamado «pan de muerto».
La época actual El sincretismo entre las costumbres españolas e indígenas originó lo que es hoy la fiesta del Día de Muertos. Al ser México un país pluricultural y pluriétnico, tal celebración no tiene un carácter homogéneo, sino que va añadiendo diferentes significados y evocaciones según el pueblo indígena o grupo social que la practique, construyendo así, más que una festividad cristiana, una celebración que es resultado de la mezcla de la cultura prehispánica con la religión católica, por lo que nuestro pueblo ha logrado mantener vivas sus antiguas tradiciones.
La fiesta de Día de Muertos se realiza el 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre, días señalados por la Iglesia católica para celebrar la memoria de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos. Desde luego, la esencia más pura de estas fiestas se observa en las comunidades indígenas y rurales, donde se tiene la creencia de que las ánimas de los difuntos regresan esas noches para disfrutar los platillos y flores que sus parientes les ofrecen.
Las ánimas llegan en forma ordenada. A los que tuvieron la mala fortuna de morir un mes antes de la celebración no se les pone ofrenda, pues se considera que no tuvieron tiempo de pedir permiso para acudir a la celebración, por lo que sirven solamente como ayudantes de otras ánimas.
El 28 de octubre se destina a los muertos que fueron asesinados con violencia, de manera trágica; el 30 y 31 de octubre son días dedicados a los niños que murieron sin haber sido bautizados (limbitos) y a los más pequeños, respectivamente; el 1 de noviembre, o Día de Todos los Santos, es la celebración de todos aquellos que llevaron una vida ejemplar, celebrándose igualmente a los niños.
El día 2, en cambio, es el llamado Día de los Muertos, la máxima festividad de su tipo en nuestro país, celebración que comienza desde la madrugada con el tañido de las campanas de las iglesias y la práctica de ciertos ritos, como adornar las tumbas y hacer altares sobre las lápidas, los que tienen un gran significado para las familias porque se piensa que ayudan a conducir a las ánimas y a transitar por un buen camino tras la muerte.
El altar de muertos Como ya comentamos, el altar es la representación iconoplástica de la visión que todo un pueblo tiene sobre el tema de la muerte, y de cómo en la alegoría conduce en su significado a distintos temas implícitos y los representa en forma armónica dentro de un solo enunciado. El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos.
Los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida. El altar, como elemento tangible de tal sincretismo, se conforma de la siguiente manera.
- Se coloca en una habitación, sobre una mesa o repisa cuyos niveles representan los estratos de la existencia.
- Los más comunes son los altares de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; en cambio, los altares de tres niveles añaden a esta visión el concepto del purgatorio.
- A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz.
Este es considerado como el altar tradicional por excelencia. En su elaboración se deben considerar ciertos elementos básicos. Cada uno de los escalones se forra en tela negra y blanca y tienen un significado distinto. En el primer escalón va colocada la imagen de un santo del cual se sea devoto.
El segundo se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene el permiso para salir de ese lugar en caso de encontrarse ahí. En el tercer escalón se coloca la sal, que simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio. En el cuarto, el personaje principal es otro elemento central de la festividad del Día de Muertos: el pan, que se ofrece como alimento a las ánimas que por ahí transitan.
En el quinto se coloca el alimento y las frutas preferidas del difunto. En el sexto escalón se ponen las fotografías de las personas ya fallecidas y a las cuales se recuerda por medio del altar.
- Por último, en el séptimo escalón se coloca una cruz formada por semillas o frutas, como el tejocote y la lima.
- Las ofrendas y su significado
- Las ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos.
- Entre los elementos más representativos del altar se hallan los siguientes:
Imagen del difunto. Dicha imagen honra la parte más alta del altar. Se coloca de espaldas, y frente a ella se pone un espejo para que el difunto solo pueda ver el reflejo de sus deudos, y estos vean a su vez únicamente el del difunto. La cruz. Utilizada en todos los altares, es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos.
- La cruz va en la parte superior del altar, a un lado de la imagen del difunto, y puede ser de sal o de ceniza.
- Imagen de las ánimas del purgatorio.
- Esta se coloca para que, en caso de que el espíritu del muerto se encuentre en el purgatorio, se facilite su salida.
- Según la religión católica, los que mueren habiendo cometido pecados veniales sin confesarse deben de expiar sus culpas en el purgatorio.
Copal e incienso. El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente. Arco. El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos.
- Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.
- Papel picado.
- Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
- Velas, veladoras y cirios.
- Todos estos elementos se consideran como una luz que guía en este mundo.
- Son, por tradición, de color morado y blanco, ya que significan duelo y pureza, respectivamente.
Los cirios pueden ser colocados según los puntos cardinales, y las veladoras se extienden a modo de sendero para llegar al altar. Agua. El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
- También se puede colocar junto a ella un jabón, una toalla y un espejo para el aseo de los muertos Flores.
- Son el ornato usual en los altares y en el sepulcro.
- La flor de cempasúchil es la flor que, por su aroma, sirve de guía a los espíritus en este mundo.
- Calaveras.
- Las calaveras son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o yeso, con adornos de colores; se les considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.
Comida. El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el alma visitada lo disfrute. Pan. El pan es una representación de la eucaristía, y fue agregado por los evangelizadores españoles. Puede ser en forma de muertito d e Pátzcuaro o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.
- Bebidas alcohólicas.
- Son bebidas del gusto del difunto denominados «trago» Generalmente son «caballitos» de tequila, pulque o mezcal.
- Objetos personales.
- Se colocan igualmente artículos pertenecientes en vida a los difuntos, con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida.
- En caso de los niños, se emplean sus juguetes preferidos.
El altar de muertos como enunciado La cultura mexicana tiene su más colorida representación en la celebración de Día de Muertos, festividad que se ha visto retratada en diferentes expresiones culturales, las que abarcan todas las manifestaciones: desde el arte prehispánico hasta el popular de nuestros días.
Actualmente, la muerte hecha objeto, la muerte representada, no nos toma por sorpresa. Para el mexicano no radica esta visión en el desprecio sino en su valoración, pues se entiende como una manifestación y una explicación del mundo, heredadas y evocadas inconscientemente. La fusión de ambas culturas hace del altar un producto comunicativo que evoca constantemente los elementos que le dieron origen y que lo traducen en una repetición y evocación constantes del mundo indígena y del católico, con símbolos que adquieren un nuevo significado.
La muerte, en este sentido, no se enuncia como una ausencia ni como una falta; por el contrario, es concebida como una nueva etapa: el muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha. No es un ser ajeno, sino una presencia viva.
¿Qué día se pone la sal?
¿Cómo es el ritual de la sal? – El ritual de la sal es muy simple: cada primer domingo del mes debes preparar un vaso con agua y dos cucharadas de sal disuelta en él. Hay quienes dicen que debe ser sal gruesa, otros fina: yo lo he hecho con ambas y de igual forma funciona.
Solo si creés que va a funcionar, como la magia, que solo existe si creés en ella. A este vaso debés dejarlo reposar una hora (yo a veces no lo deje tanto), y luego de ese tiempo te lavás las manos con esa agua mientras repetís este mantra: «La sal es protectora y ella me ayudará a que mi dinero se multiplique y jamás falte en mi hogar».
Lo ideal es que el agua vuelva a la tierra. Nosotros no tenemos jardín, por lo que siempre lo hacemos en una pileta y, de igual forma, también funcionó. Como dije antes, lo importante no son los detalles, sino la intención. Repetís la frase ya mencionada hasta que no tengas más agua para lavarte.
Una vez que termines, no te seques, hay que hacer ruido con las manos, aplaudiendo o chasqueando los dedos (dicen que esto atrae las buenas vibras). Lo repetís hasta que estén secas. No te laves inmediatamente después. Mi experiencia fue que, cuando empezamos a hacerlo en casa todos los meses, pasamos de no tener trabajo ninguno de los dos a conseguir oportunidades en cuanto a lo profesional y económico.
Pudimos ver cómo nuestro crecimiento fue lento, pero mes a mes se iba consolidando y hoy no solo salimos de una situación económica difícil, sino que además podemos soñar con dedicarnos a actividades que realmente disfrutamos. Hoy, cinco meses después, lo seguimos haciendo, cada vez más convencidos de que nos merecemos todo lo bueno que llega a nuestras vidas.
Les dejo una hermosa reflexión que me regaló alguna vez una persona muy especial para mi familia: «En la fuerza de la intención se mueve la energía hacia los milagros. La abundancia en todos los aspectos de tu vida, la prosperidad y el éxito dependen de ti. Los Ángeles te acercan la luz y la energía, pero será tu actitud frente a cada situación la que hará la diferencia».
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¿Que no puede faltar en el altar?
¿Que debe llevar un altar de muertos? Da click aquí para saberlo
Los altares son una de las tradiciones más arraigadas dentro de la celebración del Día de Muertos del 31 de octubre al 2 de noviembre en México, considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, la cual consiste en colocar ofrendas para honrar a los seres queridos difuntos. Por ello, en los altares se colocan alimentos, velas, flores y objetos de uso cotidiano del difunto, con la intención de compartir una vez más un momento con ellos y disfrutar de su comida y bebidas favoritas. ¿Cuál es el origen de esta tradición? El origen de los altares de muertos es anterior a la conquista española, ya que, dentro de las culturas prehispánicas, el acto de morir era el comienzo de un viaje de cuatro días hacia el Mictlán o el inframundo, por lo que los muertos eran enterrados con objetos cotidianos que pudieran necesitar durante el viaje.Al llegar a su destino, el viajero ofrecía obsequios a los señores del Mictlán, quienes lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto permanecía un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida y así llegar al último piso, que era el lugar de su eterno descanso.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para poner ofrenda a un difunto?
También te puede interesar: Inicia venta de veladoras; suben de precio – El 2 de noviembre es para los «grandes» o el día fuerte y recordó se les espera en el altar con todo tipo de comidas regionales, que son preparados desde la noche anterior, pero en punto de las 12 horas, nuestros difuntos deben regresar al Mictlán.
Según las costumbres que pasan de generación en generación, se cree que a los familiares y seres queridos que fallecieron o fueron asesinados después del mes de agosto, no se les debe poner ofrenda aún, pues de ser así, ya no trascienden al Mictlán o el mundo de los muertos, explicó Elena Romero, mujer longeva que año con año pone su ofrenda.
Recuerda que su abuela le contaba que los recién fallecidos servían de «mulas» o «cargadores», porque, aunque sí regresaban al mundo de los vivos, no lo hacían para degustar sus alimentos ni acudir a sus casas, venían de compañero de los fieles difuntos y les cargaban su «itacate» de regreso.
Ya una vez que cumplieron el año luctuoso, ya pueden bajar a sus ofrendas y visitar a sus familiares. «Se cuenta que cuando una persona muere entre agosto y octubre no se les puede colocar la ofrenda porque se les cortaría su camino y entonces ellos sufrirían mucho por eso es recomendable que cumplido un año de difuntos ya se les coloque su ofrenda, esto es porque ya fueron juzgados y ya tiene permiso de venir», explicó.
Recordó que según sus creencias, las ofrendas de Día de Muertos, inician desde el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, pues desde esa fecha, las almas comienzan a formarse para sus días de regreso. Posterior a esto, el 28 de octubre, acuden los que tuvieron la mala fortuna de morir de manera trágica y violenta, ya sea en accidentes o asesinados.
¿Cuándo se pone y se quita la ofrenda?
. ¿y cuándo se quita la ofrenda de Día de muertos? – El calendario católico marca que el día 1 de noviembre se conmemora a Tod os los Santos y el 2 a los Fieles Difuntos, por lo que el 3 de noviembre es cuando se pueden retirar los ornamentos que conforman la ofrenda. Sin embargo, hay familias mexicanas que dejan más días los alimentos y decoraciones que ofrecieron a sus seres queridos,
¿Cuál es el significado de la sal en la Biblia?
USTEDES SON SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO (Mt.5, 13-16) Qué dicha la nuestra, la de ser considerados por el Maestro sal de la tierra y luz del mundo. Cuánta responsabilidad deposita en nuestra vida, porque Jesús no dice «tienen que ser», sino «son».
Y lo somos porque hemos entrado a formar parte de su reino y, desde ese momento, nuestra vida se ha de asociar con Él. Sus valores han de ser los nuestros. Jesús usa tres símbolos para definir nuestra identidad de seguidores suyos. Los tres tienen fuerza descriptiva de lo que es nuestra identidad cristiana.
Somos sal: ésta aparece como un elemento humilde en la condimentación de los alimentos. Se funde en ellos dándoles sabor. Ser auténticamente cristiano conlleva en sí un efecto real en nuestra vida de cada día, vivir desde la fe, la esperanza, el amor; conlleva ser consciente de que la fe que nos ha sido dada, la recibimos para expandirla.
Para dar un tono nuevo a nuestra vida. Y esto, no desde el ruido o desde actitudes llamativas. Ser sal es dejar que la acción del espíritu por medio de nuestra acción, discreta, humilde, pero real, se expanda e impregne nuestra labor. Ha de ser como la sal. Su presencia pasa desapercibida; sólo su ausencia es notoria.
Somos luz: gracias a la luz podemos distinguir la realidad que nos rodea. Nos facilita desenvolvernos en ella con facilidad. Ser luz para otros es dejar que los valores de Jesús se manifiesten en nuestra vida y orienten nuestro camino. No caminamos en la noche.
Seguimos a alguien que va con nosotros manifestando por dónde debemos seguir. Viviendo así, nos convertimos en luz para los otros. También facilitando a los demás el conocimiento de este Jesús que a nosotros nos motiva. Hay muchos momentos en que esto podemos llevarlo a cabo, desde nuestra relación más cercana, hasta nuestra actitud general ante la vida y los acontecimientos.
Una ciudad sobre un monte: otro símbolo fácil de entender. La ciudad sobre el monte está a la vista de todos. No cabe el ocultamiento. Es una referencia a la verdad y sinceridad que ha de presidir nuestra vida. Ser conscientes de que en todo momento estamos siendo observados.
Nuestra vida no puede ocultarse bajo la mentira o la doble cara. ¿Somos realmente conscientes de que nuestra condición de cristianos es como la sal, la luz, la ciudad sobre un monte? Si no nos lo creemos, no podremos vivirlo. ¿Nos esmeramos en purificar nuestra vida para que sea realmente eso que Jesús nos ha dicho que somos? Si no lo cuidamos, la sal se volverá sosa, inservible.
La luz se apagará. La ciudad será invisible para todos. No es lo que Jesús espera de ti y de mí. : USTEDES SON SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO (Mt.5, 13-16)
¿Qué significa el altar de muertos de 2 y 3 niveles?
1. Los Tres Niveles espirituales – A diferencia de otros altares en México, el altar zoque cuenta con 3 niveles que esconden un significado ancestral. «Los 3 niveles simbolizan el cielo, el limbo y la tierra, que conforman el viaje que realizan nuestros seres queridos para llegar a nosotros el día de muertos» resaltó Gonzalo.
¿Qué se pone en los 3 niveles del altar de muertos?
Que Lleva Un Altar De Muertos De 3 Niveles – El mundo de las flores
- Las ofrendas se colocan en una mesa con al menos dos niveles, que simbolizan el cielo y la tierra,
- Si se hace de tres niveles, se añade el purgatorio y los altares pueden llegar hasta 7 niveles, que representan los pasos para llegar al descanso eterno,
- Cuando se hace un altar de 7 niveles, cada escalón o piso se debe forrar con papel o tela, alternando dos colores y es importante dejar el segundo piso vacío, pues está dedicado a las almas del purgatorio, mientras que el primero o el más alto lleva la imagen del santo de devoción.
- El tercer escalón lleva sal para purificar a los espíritus, en el cuarto se coloca pan de muerto y en el quinto las comidas y bebidas favoritas de la persona fallecida.
- El sexto escalón lleva la foto o las fotos de las personas fallecidas y el séptimo nivel una cruz con semillas, flores o cenizas.
¿Cuándo se debe prender las velas a los muertos?
¿Cuándo se encienden las velas en el altar de Día de Muertos? – Si pusiste tu altar el 28 de octubre, ese día debes encender la primera vela de tu altar de muertos. Esa vela es para las personas que perdieron la vida de manera violenta. Un día después, el 29 de octubre, se enciende otra veladora para quienes murieron ahogados y para todas las ánimas benditas del purgatorio.
A ellos también se les pone un vaso con agua. El 30 de octubre, en el altar de muertos se debe poner una vela para las almas olvidadas, solitarias y perdidas o para quienes murieron sin haber comido. De hecho, a ellos también se les coloca un pan de muerto, Al día siguiente, el 31 de octubre, encendemos una veladora por todos los niños que fallecieron antes de recibir el bautismo.
El altar de muertos para ellos, además, debe tener muchos alimentos dulces. Por último, el 1 de noviembre se enciende la veladora para los difuntos adultos, quienes abandonan los hogares hasta el 2 de noviembre.
¿Por qué no se debe tirar la sal?
08 Sep De dónde proviene el mito de que derramar sal da mala suerte – Es posible que los niños nacidos en la última década no hayan visto nunca a nadie tirar por encima del hombro izquierdo un pellizco de la sal derramada por accidente. Sin embargo, quienes nacieron en décadas anteriores, sobre todo quienes lo hicieron antes de los 90, habrán visto repetir ese gesto en más de una ocasión a padres y madres y, muy especialmente, a abuelos y abuelas.
¿Qué representa la sal?
Dentro de la liturgia católica la sal se considera símbolo de pureza, de ahí que en la ceremonia bautismal, el bautizado reciba unos granos de ese mineral para asegurar su alegórica purificación.
¿Por qué se le pone sal a las tapas de plástico?
¿Comes en casa o en el trabajo? Según el Informe Alimentación y Sociedad en la España del Siglo XXI elaborado por la Fundación MAPFRE y un equipo de investigadores de la Universidad CEU San Pablo, el 13% de la población en nuestro país come fuera de casa a diario por razones laborales.
Si eres uno de ellos, pensarás que lo sabes todo sobre estos recipientes de plástico pero lo cierto es que hay 6 cosas de los tuppers que puede que todavía no sepas.1. El tupper está a punto de cumplir 70 años Este invento que en más de una ocasión has pensado que era el mejor de la historia, cumple este 2016, 69 años.
El inventor fue un empresario americano, Earl Silas Tupper, que ideó un recipiente de plástico hermético apto para transportar comida,2. Los tuppers se pueden lavar en el lavavajillas En el lavavajillas puedes limpiar los tuppers con total tranquilidad siempre que así lo indique el fabricante. De hecho, lavar los tuppers en el lavavajillas es más higiénico que hacerlo a mano, ya que se alcanzan temperaturas más altas. Además, si tienes un lavavajillas Bosch puedes seleccionar la función HigienePlus que eleva la temperatura durante un tiempo más prolongado para conseguir un mayor nivel higiénico en los tuppers y otro menaje de plástico como los biberones.3.
Los tuppers sí que se secan en el lavavajillas. Lo has leído bien. No es ningún mito. Es posible secar los recipientes de plástico en el lavavajillas sin que queden gotitas, En Bosch sabemos que el plástico es un material que no se seca con facilidad en el lavavajillas. A veces quedan gotitas de agua, que tienes que secar con un paño antes de guardar la vajilla en el armario.
Por eso, hemos equipado nuestros lavavajillas con Zeolitas para que sequen hasta la última gota de la vajilla. 4. Es mejor no poner comida caliente Siempre vas con prisas y por ganar tiempo añades el contenido de la cazuela en el tupper sin esperar que se enfríe. ¿Es así? Esta costumbre no es recomendable, especialmente si se trata de alguna salsa de tomate, curry, pesto, etc ya que el plástico absorbe el color.
Esta es la explicación por la que tu tupper blanco de repente ha adquirido un tono rojizo.5. Hay una forma para colocar los tuppers en el lavavajillas Cuando se trata de colocar la vajilla no tienes dudas. Las varillas te ayudan a colocar correctamente los platos y vasos, pero con los tuppers siempre tienes dudas.
Nunca sabes dónde ponerlos, y muchas veces te los encuentras volcados y con agua en el interior. Esto es porque no los has estado colocando correctamente en el lavavajillas. Los lavavajillas Bosch son flexibles para que esto no te pase. Puedes abatir las varillas y ajustarlas a tus necesidades para colocar bien los tuppers y asegurarte una limpieza perfecta.6.
- Una pizca de sal te ayudará a mantenerlos como nuevos La sal no es para hacer los tuppers más salados, si no para garantizar que no queda ni un resto de humedad.
- Aunque la vajilla salga más seca que nunca del lavavajillas, o aunque hayas tenido que pasar un paño para retirar las gotitas, el plástico suele acumular humedad.
Por eso es tan útil este truco que consiste en poner una pizca de sal en cada tupper. La sal será la encargada de absorber la humedad y no aparecerán los indeseados restos de moho. Así tus tuppers estarán siempre como el primer día. Recuerda también no guardar las fiambreras cerradas.
¿Qué semillas se ponen en el altar de muertos?
Las semillas maíz y frijol representa lo que las antiguas culturas pedían de riqueza para su tierra al dios sol. El copal e incienso se utiliza para alejar malos espíritus.
¿Qué significa un altar de 3 niveles?
Tipos de altares de muertos – Existen varios tipos de ofrendas de Día de Muertos, el más tradicional es el altar de siete escalones o niveles. Cada nivel o escalón simboliza los pasos necesarios para que las almas puedan descansar en paz. Sin embargo, también hay ofrendas de dos o tres niveles.
Nivel 1. Se coloca la imagen del santo del que se sea devoto. Nivel 2. Este nivel está dedicado a las ánimas del purgatorio y sirve para que el difunto tenga permiso para salir de ese lugar. Se recomienda colocar una imagen de las ánimas del purgatorio en este nivel. Nivel 3. Se coloca sal en este escalón para purificar el espíritu y para que no se corrompa el cuerpo. Nivel 4. En este nivel va el Pan de Muerto, que simboliza la eucaristía. Nivel 5. En este escalón se coloca la comida y fruta favorita del difunto. Nivel 6. Aquí va la foto del difunto al que se le dedica el altar. Nivel 7. Se coloca una cruz formada con semillas, frutas, cal. Sirve para el difunto expíe sus culpas.
¿Cuándo se le pone ofrenda a los niños no nacidos?
Según el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, el 28 de octubre se les rinde homenaje a los bebés fallecidos de manera trágica, mientras el 31 del mismo mes las ofrendas se centran en los bebés y no nacidos.
¿Cuáles son los elementos de la ofrenda y su significado?
¿Cuáles son los elementos de la ofrenda y su significado? –
Sal y Mantel Blanco: El color representa la pureza, mientras que la sal es la purificación, para que el cuerpo del difunto pueda transitar entre este mundo y el de los muertos. Agua: Mitiga la sed de las ánimas después de su largo recorrido. Velas y veladoras: La flama simboliza la guía para que los muertos puedan encontrar el regreso a su antiguo hogar. Calaveritas: Representan la muerte acorde a la tradición de las culturas mesoamericanas. Copal e Incienso: Se utilizan para limpiar el lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro. Flores: El Cempasúchil es el símbolo de la festividad, nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor con el Sol. Pan de Muerto: Es uno de los elementos más preciados en el altar, el cual significa fraternidad o afecto hacia los seres queridos que ya partieron. Papel Picado: Representa el aire, como uno de los cuatro elementos que debe estar presente en cualquier ofrenda. Comida: Tiene el objetivo de deleitar a los muertos que visitan la ofrenda, se cocina en honor a los seres recordados, por lo que se acostumbra poner su comida y bebida favorita. Fotografía: Así recordamos a los familiares a quienes se le dedica la ofrenda.
Foto: Cuartoscuro
¿Que se coloca en cada nivel del altar?
¿Cómo hacer un altar de Día de Muertos? –
- Las ofrendas se colocan en una mesa con al menos dos niveles, que simbolizan el cielo y la tierra,
- Si se hace de tres niveles, se añade el purgatorio y los altares pueden llegar hasta 7 niveles, que representan los pasos para llegar al descanso eterno,
- Cuando se hace un altar de 7 niveles, cada escalón o piso se debe forrar con papel o tela, alternando dos colores y es importante dejar el segundo piso vacío, pues está dedicado a las almas del purgatorio, mientras que el primero o el más alto lleva la imagen del santo de devoción.
- El tercer escalón lleva sal para purificar a los espíritus, en el cuarto se coloca pan de muerto y en el quinto las comidas y bebidas favoritas de la persona fallecida.
- El sexto escalón lleva la foto o las fotos de las personas fallecidas y el séptimo nivel una cruz con semillas, flores o cenizas.