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Manuel es un nombre propio masculino. Es la variante en español de nombre hebreo Emmanuel (עִמָּנוּאֵל, ʻImmānûʼēl), que significa «Dios con nosotros». Fue el nombre de Jesús de Nazaret,
¿Qué significa el nombre de Emmanuel en la Biblia?
Emmanuel – Por otro lado el nombre ‘Emmanuel’ proviene del Antiguo testamento, Es decir, el día que nace Jesús, en la Navidad, se cumple una profecía que aparece en la Biblia. En el libro del profeta Isaías se dice: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel».
- Emmanuel significa ‘Dios con nosotros’, así que no deja lugar a dudas.
- Además nosotros nos llamamos cristianos, porque seguimos a Cristo.
- Pero, ¿no seguíamos a Jesús? Sí, claro que sí.
- Cristo quiere decir literalmente ‘Mesías’ que proviene de ‘ungido’.
- Esto quiere decir que cuando llamamos a Jesús, Jesucristo, simplemente estamos añadiendo que Jesús es el Mesías.
Hijo de Dios, Cordero de Dios, Hijo del Hombre, Hijo de David, Rey de los judíos. Nombres que se refieren todos a Jesús. Que en el fondo, lo que importa es que fue un hombre -y es Dios – que vino al mundo para salvarnos, que murió por nosotros, nos amó sin límite, y que resucitó apra devolver la esperanza a nuestras vidas.
Pocos nombres le han puesto para todo lo que Es. Jesús mira al paralítico y va a lo esencial: «Tus pecados te son perdonados». La salud física es un don que debemos custodiar, pero el Señor nos enseña que también debemos custodiar la salud del corazón, la salud espiritual. — Papa Francisco (@Pontifex_es) : Jesús, Emmanuel, Cristo.
¿Por qué el Señor tiene tantos nombres?
¿Qué significa Emmanuel y personalidad?
Origen del nombre Emanuel – Emanuel es un nombre con un origen hebreo, específicamente, proviene de la palabra «Immānûʼēl», la cual traduce literalmente «Dios está con nosotros». Es un nombre muy antiguo y que fue muy popular durante la Edad Media como señal de adoración a Jesucristo.
¿Dónde se encuentra la palabra Emmanuel en la Biblia?
S. Mateo 1:23 RVR1960 – He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
¿Qué significa el nombre de Jesús y Emmanuel?
25 de diciembre de 2022 / 01:59 PM Hoy que es Navidad, algunos pueden preguntarse por qué si el profeta Isaías anunció que al Hijo de Dios lo llamarían «Emmanuel», el ángel le dijo a María y a José que le pusieran al Niño por nombre «Jesús». ¿Hay alguna contradicción o ambos nombres son lo mismo? El P.
Miguel A. Fuentes, del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), escribió un artículo en su blog «El teólogo responde» para responder a esta duda de un feligrés. «Con dos versículos de diferencia, San Mateo indica dos de los nombres que recibirá el Niño nacido de la Virgen: Le pondrás por nombre Jesús Se le pondrá por nombre Emmanuel (Mt 1,21.23)», señaló el sacerdote.
Sin embargo, indicó que, «como dice Manuel de Tuya, O.P., no hay oposición entre ambos nombres, ‘porque el nombre que se anuncia en Isaías (Emmanuel) es el nombre profético de Cristo, y el nombre de Jesús es su nombre propio y personal». «El nombre profético sólo indica lo que significará para los hombres, en aquel momento, el nacimiento de este niño.
- Será ‘Dios con nosotros’ de un modo particular'».
- Así –continúa el texto de Manuel de Tuya–, se lee en el mismo Isaías, cuando dice a Jerusalén: ‘Desde ahora te llamarás ciudad del Justo, ciudad Fiel’ (Is 1,26), no porque hubiese de llamarse así materialmente, sino porque tenía desde entonces una cierta conveniencia a causa de la purificación que en ella haría Yahvé.
O, como dice a este propósito San Jerónimo, ‘significan lo mismo Jesús que Emmanuel, no al oído, sino al sentido'». El artículo del P. Fuentes continúa así: 1. Emmanuel: expresa la naturaleza, la personalidad del Hijo de María. El nombre se contiene en la profecía que Isaías proclama ante el desconfiado Acaz, cinco siglos antes del advenimiento del anunciado en ella: He aquí que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, Dios con nosotros (Is 7,14).
- ‘Emmanuel’: Dios con nosotros.
- Jesús es Dios; el Dios que hizo el cielo y la tierra, que gobierna los astros y a quien sirven los ángeles.
- Pero sin dejar de ser Dios ni perder su Gloria, se ‘hunde’ en nuestra historia y en nuestro mundo para convivir con los hombres que Él ha creado, con la hechura de sus manos: Se hizo ver en la tierra y conversó con los hombres (Ba 3,38).
Emmanuel expresa quién es el que nace: es Dios que se hace carne. Por eso el ángel dijo a María: lo que nacerá de ti será santo, será llamado Hijo de Dios (Lc 1,35).
¿Cuál es el verdadero nombre de Jesús?
¿Nombre? Yeshua bar Yosef. ¿Fecha y lugar de nacimiento?, ¿Que habría respondido Jesús, ya de adulto, si un soldado romano, quizás para cumplimentar un censo, le hubiera hecho estas preguntas? Para la tradición cristiana, las respuestas son obvias. Jesús nació en Belén el 25 de diciembre del año 1 a.C., apenas seis días antes de que comenzara el año 1 de nuestra era.
Vayamos por partes. Para el mundo actual, se trata de Jesús de Nazaret o Jesucristo, Sin embargo, todas estas denominaciones son fruto de la tradición cristiana. Jesús es la versión griega del nombre original hebreo, Yeshua, Jesucristo supone la fusión de dos conceptos, el nombre propio y el de la palabra griega jristós, «ungido», traducción a su vez del hebreo meshiah, que designaba al heredero al trono de Israel, que era ungido con aceite sobre su cabeza como forma de coronación.
Por su parte, Jesús de Nazaret indica el lugar de residencia o nacimiento (ya lo veremos), quizás incluso una especie de apodo si, en lugar de Nazaret, se entiende como Nazareno, Nazireo, Nazir, aquel que se consagraba a Dios mediante un voto personal y se comprometía a no cortarse el cabello, y a no consumir licor ni alimentos impuros, tal como se describe en Jueces 13, 4-7 a propósito de Sansón.
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Casa de la Virgen, Nazaret. Foto: Miguel Ángel Villanueva Cristóbal |
Cuán nació Yeshua bar Yosef? Contamos como fuentes de información con los relatos de los dos Evangelios de la Infancia, el de Mateo (capítulos 1 y 2) y el de Lucas (Capítulos 1 al 3), y en ellos se nos ofrecen dos anclajes cronológicos: el primero, en Lucas 1, 5 y Mateo 2, 1, que Jesús nació en tiempos del rey Herodes el Grande (40-4 a.C.), y el segundo, en Lucas 2, 1-2, que coincidió con el censo que, en tiempos de Augusto, Quirino llevó a cabo en la provincia romana de Siria, y del que también tenemos noticias por Flavio Josefo, quien tanto en sus Antigüedades de los judíos XVII, 355 y XVIII 1.2.26.102, como en su Guerra Judía VII, 253, se refiere a él y destaca su carácter novedoso y sin precedentes.
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Capitel que representa a José (dudando), María (postrada en la cama) y el recién nacido junto al buey, la mula y la estrella. Iglesia de San Juan de Ortega, Burgos. Foto: Mario Agudo Villanueva |
Sin embargo, la mención de este censo puede explicarse como un recurso de Lucas para explicar por qué José y María hubieron de marchar desde su lugar de residencia en Galilea hasta Belén, todo ello para hacer que se cumpla la profecía del nacimiento del Mesías en la ciudad natal del rey David (véase más abajo).
- Además, esta fecha se contradice igualmente con otro dato que nos ofrece el mismo evangelista, a saber, que Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su predicación ( Lucas 3, 23).
- Asumiendo que su predicación duró unos tres años, y que fue crucificado siendo gobernador de Judea Poncio Pilato (26-36 d.C.), deberemos situar su nacimiento entre los años 7 a.C.
y 3 d.C., lo que, en las fechas más bajas nos sitúa en el reinado de Herodes pero en ningún caso lo ponen en relación con el censo de Quirino.
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Escena de la Anunciación y de la Visitación de la iglesia de San Juan de Ortega, Burgos. Foto: Mario Agudo Villanueva |
Pese al relato del milagroso nacimiento en Belén que podemos leer en Mateo y Lucas, lo más probable es que se trate de una elaboración literaria para identificar a Jesús con el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento, De hecho, así lo indica el evangelista Mateo, que no pierde la ocasión de señalar que, con el nacimiento de Jesús en Belén, se cumplen las palabras del profeta Miqueas 5, 1: «Pero tú, Belén de Efratah, aunque pequeña para figurar en los clanes de Judá, de ti me saldrá quien ha de ser dominador de Israel, cuyo origen viene de antaño, desde los días antiguos».
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Capilla del pesebre, Belén. Foto: Miguel Ángel Villanueva Cristóbal |
Más allá de estos versículos, a nadie se le escapaba que Belén había sido la cuna del rey David y que, por lo tanto, resultaría lógico que también naciese en esa ciudad el Mesías, descendiente de David y en el que se encarnaba la promesa hecha al rey en 2Samuel 7, 12-16: «cuando tu vida llegue a su fin y vayas a descansar entre tus antepasados, yo pondré en el trono a uno de tus propios descendientes, y afirmaré su reino.
- Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono real para siempre.
- Yo seré su padre, y él será mi hijo.
- Así que, cuando haga lo malo, lo castigaré con varas y azotes, como lo haría un padre.
- Sin embargo, no le negaré mi amor, como se lo negué a Saúl, a quien abandoné para abrirte paso.
Tu casa y tu reino durarán para siempre delante de mí; tu trono quedará establecido para siempre».
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Ruinas de la sinagoga de Cafarnaúm. Foto: Miguel Ángel Villanueva Cristóbal |
Pero no sólo el lugar de nacimiento es fruto de la necesidad de situar a Jesús dentro del esquema del esperado Mesías, sino que hay otros elementos de la historia que cumplen esta misma función. Cuando los magos de Oriente se presentan ante Herodes para preguntarle por el recién nacido, el rey, asustado ante la posibilidad de perder su trono, ordena el asesinato de todos los niños menores de dos años de Belén.
- Resulta sorprendente que Flavio Josefo, enemigo acérrimo de Herodes el Grande, no consigne este hecho en su Guerra de los Judíos, cuando puso el mayor empeño en citar, uno por uno, todos los crímenes imputables al monarca idumeo.
- ¿Cómo se explica pasar por alto semejante masacre, la prueba concluyente de la abyección de Herodes? Sencillamente, porque nunca sucedió.
Hay que hacer notar la similitud entre este episodio y otro del Antiguo Testamento, en Éxodo 1, sobre el nacimiento de Moisés, donde el faraón ordena la muerte de todos los niños hebreos de su reino. El propósito de esta narración es doble. Por una parte, al atribuir el crimen a Herodes, se proporciona un marco histórico adecuado y creíble a la profecía de Jeremías 31, 15: Una voz se oyó en Ramá, Un llanto y un gran lamento: Raquel llorando a sus hijos ¡Y no quería consolarse, porque ya no existen! Este versículo, trasladado al Nuevo Testamento, identifica a Raquel con el pueblo de Belén, donde se encuentra su tumba.
Y así, los hijos de Raquel son los niños asesinados en Belén por orden de Herodes. Por otro lado, dentro de este relato, Jesús sufre una persecución que es típica de aquellos niños llamados a cumplir una misión fuera del alcance del común de los humanos. Es un peligro que no sólo amenaza a Moisés, sino también a Rómulo y Remo o Ciro, entre otros.
De este modo, el lector del Nuevo Testamento, fuese judío o gentil, vería claro desde el principio que el protagonista del relato que estaba leyendo era un personaje fuera de lo común, alguien que encajaba en el prototipo de héroe nacional o mitológico.
- Pero la identificación va más allá.
- A ningún lector del siglo primero se le pasaría por alto la similitud ya mencionada entre la matanza de los inocentes y la del faraón en tiempos de Moisés.
- Hay que recordar que Moisés es el encargado de recibir la Ley de Dios en el monte Sinaí, y que Jesús es el encargado de darla por superada en su Sermón de la Montaña,
Así pues, el relato de Mateo presentaba a Jesús como el nuevo Moisés, llamado a superar al primero.
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Restos de la conocida como casa de Pedro, en Cafarnaúm. Foto: Miguel Ángel Villanueva Cristóbal |
Fuera de estas menciones en los llamados Evangelios de la Infancia de Mateo y Lucas, todos los indicios del resto de textos evangélicos apuntan en otra dirección diferente a Belén : Jesús nació probablemente en Galilea, unos trescientos kilómetros al norte de Jerusalén y de la propia ciudad natal de David.
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Mar de Galilea. Foto: Miguel Ángel Villanueva Cristóbal |
En la época que nos ocupa, Nazaret era un lugar tan ínfimo que a duras penas obtendría la consideración de pueblo. Las excavaciones arqueológicas han revelado poco más que algunas grutas donde vivirían en condiciones muy precarias una pocas familias. Al contemplarlas, no podemos sino recordar la incredulidad de Natanel cuando le cuentan que han encontrado a aquél del que había escrito Moisés en la ley y los profetas: «Jesús, hijo de José, el de Nazaret», y Natanel pregunta sorprendido: «¿De Nazaret puede haber algo bueno?» ( Juan 1, 46).
Sin embargo, aunque no exista ninguna prueba que lo confirme, creo que no debería descartarse la posibilidad de que Jesús naciese en Cafarnaún, un pueblo de cierta importancia situado en la orilla norte del Mar de Galilea, y en cuyos alrededores se desarrolla la acción de la mayoría de los episodios del comienzo de la predicación de Jesús.
Por ejemplo, Jesús enseña en la sinagoga de Cafarnaún, y cerca de allí tiene lugar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, la curación de la suegra de Pedro, la vocación de los discípulos, la tempestad calmada, etc. De hecho, sus primeros discípulos son todos originarios de Cafarnaún o de la vecina Betsaida,
Sea Nazaret o Cafarnaún el pueblo natal, Jesús procedería de Galilea, una región situada al norte del actual Israel en la que se daba una enorme mezcla de población, por lo que los judíos más ortodoxos la consideraban pagana (de ahí su nombre de Galilea de los gentiles, es decir, de los no judíos).
Además, Galilea tenía fama de estar habitada por gente con gran sentido de la independencia y difícil de gobernar, y allí habían surgido, y surgirían en el futuro, numerosos movimientos revolucionarios de liberación. Volviendo a la pregunta inicial, y teniendo en cuenta la información (a veces contradictoria, y casi nunca con verdadera intención historiográfica, sino más bien teológica) que nos ofrecen los evangelios, creo que si Jesús hubiera tenido que responder al soldado romano de nuestra escena imaginaria, habría respondido lo siguiente: ¿Nombre? Yeshua bar Yosef.
¿Cómo se dice en inglés Emmanuel?
Él es Emmanuel – Dios con nosotros. He is Emmanuel – God with us.
¿Qué significa Emmanuel con una sola m?
Significado del nombre Emanuel : – Forma grecolatina del nombre de origen hebreo Manuel «Dios está con nosotros».
¿Cuál es el correcto Emanuel o Emmanuel?
Historia del nombre Emmanuel : – Emmanuel, escrito con una o dos «emes», era popular entre los primeros migrantes judíos, pero con el paso de los años se fue desvaneciendo hasta que, en las últimas décadas este importante nombre bíblico está reviviendo una segunda gloria.
Y es que, este primer nombre tuvo su gran momento en la Europa del siglo XVII para caer en desuso a fines del siglo XVIII. En Francia, Emmanuel experimentó un resurgimiento en popularidad, especialmente a partir de 1971, que registró 7.525 nacimientos de niños con el nombre Emmanuel. Ver también: más nombres hebreos para niños Emmanuel es un nombre bíblico presente en los relatos del Antiguo Testamento, en concreto en la profecía de Isaías.
Cuenta la Biblia que Isaías designa al Mesías venidero con este primer nombre. Esta es la razón por la cual su onomástica se celebra el 25 de diciembre. El nombre es popular en España como Manuel y en alemania como Immanuel. En numerología el número de Emmanuel es el 3.
¿Quién dio a luz a Emmanuel?
Los capítulos 7 y 8 de Isaías se refieren a un determinado acontecimiento histórico en el reino de Judá, pero la profecía no sólo se aplicaba entonces sino que también predecía el nacimiento de Jesucristo más de setecientos años después.En el capítulo 7 se explica que el rey de Israel (el Reino del Norte, llamado también Efraín) y el rey de Siria se habían combinado para tener una fuerza militar más poderosa; juntos, esperaban conquistar al reino de Judá (véanse los vers.1–2, 5–6).
- Sus acciones asustaron a Acaz, rey de Judá (véase el vers.2), pero el Señor le dijo a Isaías que dijera a Acaz que no tuviera temor porque los asirios llegarían del norte y conquistarían tanto a Siria como a Efraín.
- Isaías dijo que el cumplimiento de esa profecía sería para el pueblo de Judá un testimonio de que el Señor continuaría preservándolo.
A continuación, Isaías dio a Acaz una señal que atestiguaba que sus palabras eran la verdad: Le dijo que una virgen concebiría y daría a luz un hijo, y lo llamaría Emanuel, nombre que significa «Dios con nosotros» y simboliza el hecho de que Dios estaría con Su pueblo de Judá.
Isaías profetizó también que antes de que el niño tuviera edad para distinguir la diferencia entre el bien y el mal, los asirios conquistarían a los reyes de Siria y de Efraín (véanse los vers.14–16).Esa profecía de Isaías 7:10–16 tiene un significado mucho más profundo: Una de las razones por las que Dios iba a preservar al pueblo de Judá era que había prometido mandar a Su Hijo a la tierra por medio de la tribu de Judá y de la posteridad del rey David.
Ese Hijo de Dios iba a ser el Emanuel mencionado. Isaías le hizo saber a Acaz que Dios preservaría a Judá a través de sus dificultades con Siria y con Efraín, así como también durante los muchos años que todavía transcurrirían antes del nacimiento del Mesías.El capítulo 8 de Isaías continúa la historia comenzada en el capítulo 7.
- Isaías dijo a los del pueblo de Judá que no se preocuparan por Siria y el Reino del Norte de Israel porque Asiria iba a destruirlos; pero la amenaza que les inquietaba entonces era que Asiria atacara también a Judá.
- El pueblo estaba considerando la posibilidad de unirse en alianza con otras naciones para pelear contra los asirios (véanse los vers.9–10).
Isaías dijo al pueblo que si confiaba en el Señor, Él sería su seguridad y su «santuario» (vers.13–14); además, les advirtió que no escucharan a las personas que afirmaban recibir revelación pero no la recibían de Dios (véanse los vers.19–22).
¿Cuántos son los nombres de Dios?
Los Nombres sublimes
N.º | Transcripción | Español |
---|---|---|
23 | Ar Rafi | El Enaltecedor |
24 | Al Muiz | El que otorga honores |
25 | Al Mudil | El Humillador |
26 | As Samí | El Omnioyente |
¿Cómo se llama el Dios?
¿Yahvé o Jehová? – UC En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová» y en las Biblias católicas le damos el nombre de «Yahvé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el nombre de Dios? ¿qué debemos pensar de esto? En el fondo no sirve de nada discutir por el nombre antiguo de Dios.
Nosotros vivimos ahora en el Nuevo Testamento y lo que nos importa es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Jesús vino a aclarar el misterio más profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor». Dios es un «Padre» que ama a todas sus creaturas y los hombres son sus hijos queridos. Jesús mismo nos enseñó que debemos invocar a Dios como «nuestro Padre» (Mt.6, 9).
Para los estudiosos de la Biblia quiero aclarar en esta carta el nombre antiguo de Dios, aquel nombre que los israelitas del Antiguo Testamento usaban con profundo respeto. La explicación es un poco difícil, porque debemos comprender algo del idioma hebreo, la lengua en la cual Dios se manifestó a Moisés.
Los nombres de Dios en el Antiguo Testamento Los israelitas del Antiguo Testamento empleaban muchos nombres para referirse a Dios. Todos estos nombres expresaban una relación íntima de Dios con el mundo y con los hombres. En esta carta quiero indicar solamente los nombres más importantes, por ejemplo: En Ex.6, 7 encontramos en el texto hebreo el nombre «Elohim», que en castellano significa: «El Dios fuerte y Poderoso».
En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señor». En Gén.17, 1 se habla de Dios como «Shadday» que quiere decir el Dios de la montaña. El profeta Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros». Y hay muchos nombres más en el A.T., como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de Israel, el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.
Pero el nombre más empleado en aquellos tiempos era «Yahvé» que significa en castellano: «Yo soy» o «El que es». Leemos en Éxodo Cap.3 que Dios se apareció a Moisés en una zarza ardiente y lo mandó al Faraón a hablar de su parte. Moisés le preguntó a Dios: «Pero si los israelitas me preguntan cuál es tu nombre, ¿qué voy a contestarles?».
Y Dios dijo a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Así les dirás a los israelitas: YO SOY me manda a ustedes. Esto les dirás a ellos: YO SOY, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob me manda a ustedes. Este es mi nombre para siempre» (Ex.3, 13-15). ¿De dónde viene la palabra «Yahvé»? Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del Antiguo Testamento.
En este idioma no se escribían las vocales de una palabra sino únicamente las consonantes. Era bastante difícil leerlo correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales tenía que pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con estas cuatro consonantes: Y H V H que los judíos pronunciaban así «Yahvé», y en castellano se escribe YAVE.
La pronunciación «Yahvé» es sin duda la pronunciación más correcta del hebreo original para indicar a Dios como «Yo soy el que soy» (Los judíos del A.T. nunca dijeron Jehová). ¿De dónde viene la palabra Jehová? Los israelitas del A.T. tenían un profundo respeto por el nombre de Dios: «Yahvé».
- Era el nombre más sagrado de Dios, porque Dios mismo se había dado este nombre.
- Con el tiempo los israelitas, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciar el nombre de «Yahvé» y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de «Yahvé», en vez de decir «Yahvé» dijeron otro nombre de Dios: «Edonai» (el Señor).
Resultó que después de cien años los israelitas se olvidaron por completo de la pronunciación original (Y H V H, Yahvé) porque siempre decían «Adonay» (el Señor). En la Edad Media (1.000 a 1.500 años después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo.
Y cuando les tocó colocar vocales en la palabra hebrea Y H V H (el nombre antiguo de Dios) encontraron muchas dificultades. Por no conocer la pronunciación original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir: «Edonay» en vez de «Yahvé», pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; y resultó Jehová en latín.
Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y metieron simplemente 3 vocales de otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehová. Está claro que la palabra «Jehová» es un arreglo de dos palabras en una. Por supuesto la palabra «Jehová» nunca ha existido en hebreo; es decir, que la pronunciación «Jehová» es una pronunciación defectuosa del nombre de «Yahvé».
- En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los textos bíblicos de la Edad Media la palabra «Jehová» como nombre propio de Dios, copiaron este nombre «Jehová» literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemán, inglés).
- Y desde aquel tiempo empezaron a pronunciar los católicos y los evangélicos como nombre propio de Dios del Antiguo Testamento la palabra «Jehová» en castellano.
Ahora bien, aun las Biblias católicas usan el nombre de «Yahvé» y no el de «Jehová».¿Está bien? Está bien porque todos los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) están de acuerdo que la manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yahvé» y no «Jehová».
«Yahvé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová» no es ninguna forma del verbo «ser», como lo hemos explicado más arriba. Por eso la Iglesia Católica tomó la decisión de usar la pronunciación original «Yahvé» en vez de «Jehová» y porque los israelitas del tiempo de Moisés nunca dijeron «Jehová».
¿Cuál es el sentido profundo del nombre de «Yahvé»? Ya sabemos que «Yahvé» significa: «Yo soy.» Pero ¿qué sentido profundo tiene este nombre? Para comprenderlo debemos pensar que todos los pueblos de aquel tiempo eran politeístas, es decir, pensaban que había muchos dioses.
- Según ellos, cada nación, cada ciudad y cada tribu tenía su propio Dios o sus propios dioses.
- Al decir Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY» El quiere decir: «Yo soy el que existe: el Dios que existe; y los otros dioses no existen, los dioses de los egipcios, de los asirios, de los babilonios no existen.
Yo soy el único Dios que existe». Dios, dándose el nombre de YAVE (YO SOY), quería inculcar a los judíos el monoteísmo (un solo Dios), y rechazar de plano todo politeísmo (muchos dioses) y la idolatría de otros pueblos. El Dios de los judíos (Yahvé) es un Dios celoso, no soporta a ningún otro dios a su lado.
- El dice: «No tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex.20, 3).
- «Yo soy Yahvé, tu Dios celoso» (Deut.4, 35 y 32, 39).
- El profeta Isaías explica bien el sentido del nombre de Dios.
- Dice Dios por medio del profeta: «YO SOY YAVE, y ningún otro».
- «¿No soy yo Yahvé el único y nadie mejor que yo?» (Is.45, 18).
- La conclusión es: La palabra «Yahvé» significa que «El es el UNICO DIOS», el único y verdadero Dios, y que todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.
El nombre de Dios en el Nuevo Testamento Más importante para nosotros, que vivimos en el Nuevo Testamento, es saber cómo Jesús hablaba del misterio de Dios. Jesús y sus apóstoles, según la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre «Yahvé» o «Jehová».
- Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señor- para indicar el nombre propio de Dios.
- Todo el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por eso encontramos en el Nuevo Testamento la palabra Kyrios (el Señor) que es la traducción de «Edonay».
- Pero Jesús introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra».
«Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn.5, 17-18). Además Jesús enseñó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro, que estás en los cielos» (Mt.6, 9).
- Ahora, el nombre más hermoso que nosotros podemos dar a Dios es el de: «Padre nuestro».
- ¿Es verdad que en las Biblias de los Testigos de Jehová aparece el nombre Jehová en el Nuevo Testamento? Así es.
- Los Testigos de Jehová hacen aparecer en el Nuevo Testamento 237 veces la palabra «Jehová», pero eso no es correcto.
Cuando en el Nuevo Testamento se habla de Dios con el nombre «Señor» (Kyrios en griego, Edonay en hebreo) ellos lo traducen como Jehová, pero esto es claramente una adulteración de los textos bíblicos. El Nuevo Testamento habla de Dios como «Padre» o «Señor», pero nunca como «Jehová».
- Una vez más desconocen la gran revelación de Jesucristo que fue la de anunciarnos a Dios como Padre.
- ¿Qué es lo mejor para nosotros? Lo mejor es hablar de Dios como Jesús hablaba de El.
- Meditando los distintos nombres de Dios que aparecen en la Biblia, nos damos cuenta de que hay una lenta evolución acerca del misterio de Dios, y cada nombre revela algo de este gran misterio divino: 1) Dios se manifestó a Moisés como el único Dios que existe, significando esto que los otros dioses no existen.
Es lo que significa la palabra «Yahvé».2) Luego ese único Dios se manifestó a los profetas como el Dios de la Justicia.3) Finalmente en Jesucristo, Dios se manifestó como un Padre que ama a todos sus hijos. Dios es amor y nosotros tenemos esta gran vocación a vivir en el amor.
La oración del Padre Nuestro es la mejor experiencia de fraternidad universal. ¿Qué hay que hacer cuando los Testigos de Jehová, los Mormones y los seguidores de otras sectas llegan a la casa de uno para entablar una conversación? «En primer lugar hay que precisar cuál es la verdadera intención de su visita.
Por lo general ellos dicen que quieren hablar de la Biblia y conversar acerca de Dios y de la religión. Pero su verdadera intención no es ésta, sino la de arrebatar la fe a los católicos. Eso y nada más es lo que quieren. Quitar a los fieles su fe católica.
- Hablar de la Biblia o de Dios es sólo el pretexto para llegar a este final que es quitar la fe a los católicos.
- Y los hechos comprueban esta afirmación, porque sabemos de algunos buenos católicos que por cortesía, buena educación, o por otras razones, aceptaron conversar con ellos sobre la Biblia o sobre Dios, y se pasaron a ser Testigos de Jehová, Mormones o de otras sectas y abominaron después contra su antigua fe católica.
Es decir, hay que tener claro que esta visita de los Testigos de Jehová, de los Mormones o de otras sectas a las casas y familias católicas no tiene otra intención ni otro propósito que arrebatarles su fe católica. Conociendo esta realidad, la respuesta es obvia: ¿Quiere usted conservar y defender su fe católica? No los reciba.
- ¿Quiere usted poner en peligro su fe católica? Piense mejor lo que debe hacer».
- Cuestionario ¿Es correcto nombrar hoy a Dios con la palabra Jehová? ¿Por qué no? ¿Qué aconteció históricamente? ¿Por qué los israelitas usaban la palabra Adonai? ¿Qué pasó cuando los hebraístas de la Edad Media empezaron a poner vocales a las consonantes? ¿Qué significa la palabra Yahvé? ¿Es correcto utilizar hoy la palabra Yahvé? ¿Es correcto utilizar la palabra Jehová? ¿Cómo se refirió Jesús a su Padre? ¿Cómo tenemos que nombrar a Dios los cristianos de hoy? ¿Qué evolución del nombre de Dios hay entre A.
y N. Testamento? Suscríbete a nuestro boletín de servicios diarios. Evangelio, Meditación y Santoral en un sólo mensaje. No te lo pierdas, ¡inscríbete! Inicio 31 de julio 2018 Click para más información : ¿Yahvé o Jehová? – UC
¿Cuáles son los tres nombres de Dios?
En el Evangelio de hoy, Jesús habla a Nicodemo del misterio de la Trinidad. Dios Padre, por su amor a los hombres, envía a su Hijo, el Redentor, para que los que lo reciban nazcan de nuevo del Espíritu. Estos son los tres Nombres de Dios: Amor, Redentor, Dador de vida.
¿Cómo se llama el niño de Dios?
El Niño Jesús es el nombre con el que se reconoce la devoción de los fieles católicos a la infancia de Jesús de Nazaret, desde su nacimiento hasta los 12 años, momento de su encuentro con los doctores en el Templo.
¿Cómo se llama el Dios de la religión católica?
Dios Padre – En el Nuevo Testamento, Dios Padre tiene un papel especial en su relación con la persona del Hijo, Jesús (Hebreos 1:2-5). De acuerdo con el credo niceno, el Hijo (Jesucristo) es «eternamente generado del Padre», indicando que su divina relación no está vinculada a un evento en el tiempo o historia humana.
- La Biblia se refiere a Cristo como el inicio de una creación de Dios.
- En la Ortodoxia, Dios el Padre es el «Arche» o «principium» ( comienzo ), la «fuente» u «origen», tanto de la parte del Hijo y del Espíritu Santo.
- En el Cristianismo, Dios es llamado el «Padre», un título inédito, nunca empleado anteriormente para referirse a la divinidad.
Además de eso, Él es el Creador y sustentador de la creación, y el proveedor de sus hijos. El Padre tiene una eterna relación con su único Hijo, Jesús, lo que implica un conocimiento íntimo y exclusivo de su naturaleza: «Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer».
- En la teología cristiana, esta es la revelación de un sentido en el cual la Paternidad es inherente a la naturaleza de Dios, una relación eterna.
- Para los cristianos, Dios Padre tiene con la humanidad una relación como la de un padre con sus hijos.
- Así, los seres humanos, en general, a veces son llamados hijos de Dios,
El Nuevo Testamento dice que, en este sentido, la idea misma de la familia, donde quiera que aparezca, tendrá siempre su nombre asociado al Dios Padre ( Efesios 3:15), y, por lo tanto, el propio Dios es el modelo de la familia. Sin embargo, hay un sentido más profundo en el que los cristianos creen que ellos son partícipes de la eterna relación de padre e hijo, por medio de Jesucristo
¿Qué nacionalidad es Jesús?
Jesús de Nazaret | |
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Nacimiento | c.7-3 a.C. Nazaret o Belén |
Fallecimiento | c.27-34 Calvario, Jerusalén |
Causa de muerte | Crucifixión, ordenada por el prefecto romano de Judea |
Etnia | Judío |
¿Cuál era la religión de Jesús?
Jesús de Nazaret no fundó el cristianismo (ni ninguna otra religión) Al abordar la escritura de este artículo parto de la premisa de que es un personaje histórico que nació judío, vivió como un judío, murió siendo judío y jamás fundó una nueva religión ni dejó instrucciones para que sus seguidores (judíos en su mayoría) lo hicieran.
Desde el respeto y la libertad que me confiere mi estatus aconfesional, mi objetivo es aportar una perspectiva imparcial que, mas allá de leyendas y manipulaciones, ayude al lector a entender cómo y cuando se fundó el cristianismo y quien fue el artífice de esta nueva religión surgida a partir del tras la muerte de Jesús de Nazaret, un personaje cuya existencia queda fuera de toda duda aunque no como el ser mítico que se describe en el Nuevo Testamento sino sólo como un rabino que vivió en la Galilea del siglo I, hijo de un carpintero.
Si partimos de una objetividad no sometida a credos impuestos en base a la fe, nada apunta a que la intención de Jesús de Nazaret fuera fundar una nueva religión. El hijo de José y de María nació y murió judío, nunca dio muestras de querer reemplazar el judaísmo por otra religión y su actitud fue la de un judío que tuvo el arrojo de mostrarse crítico con la religión de sus padres al aportar propuestas innovadoras (nunca pagó el diezmo, no respetaba el sábado, no cumplía con ninguna purificación, hablaba a solas con las mujeres) que el judaísmo tradicionalista consideró inadmisibles, tanto que incomodaron al mismísimo emperador romano Tiberio quien, temeroso de una sublevación en Judea (por entonces una provincia romana) incitada por un hombre que movilizaba a las masas y desafiaba a la autoridad imperial, ordenó a Poncio Pilatos, gobernador de Judea, que se aliara con las autoridades judías con el resultado de que Jesús acabó siendo ejecutado bajo la acusación de sedición.
¿Quien fundó entonces el cristianismo? No hay constancia escrita de que Jesús dijera algo así como: « Pedro, quiero fundar una nueva religión a la que llamaré cristianismo y a ti te encomiendo que hagas realidad mi deseo », pues si esta hubiera sido su voluntad, sin duda lo habría manifestado de un modo diáfano y no a través de alegorías, insinuaciones o ambigüedades que predispusieran a interpretaciones teológicas encontradas. Si hacemos caso omiso de las tradiciones, las leyendas y las libres interpretaciones que la iglesia ha hecho a lo largo de los siglos, y nos centramos en las opiniones de los expertos en historia de las religiones, del cristianismo y de la cultura neotestamentaria, es fácil concluir que fue Pablo de Tarso quien, pese a no haber conocido a Jesús, concibió y creó una religión basada en las enseñanzas de Jesús a las que tuvo acceso a través del testimonio de sus apóstoles, una información con la que creó una cristología sui generis que trasladó al mundo helénico y al resto del mundo pagano, marcando el comienzo de una religión antijudía y plena en contradicciones con muchas de las enseñanzas del verdadero Jesús, unas discordancias que los teólogos del -sobre todo los católicos- siempre han eludido someter a debate.
En contra de quienes tradicionalmente han propagado que Jesús fundó el cristianismo como una religión aparte del judaísmo, los datos históricos que han perdurado hasta nuestros días, invitan a considerar que tras la muerte de Jesús, sus seguidores nunca lo consideraron como un dios.
- Ya ha quedado constancia anteriormente de que si Jesús hubiera querido crear una religión lo habría propagado a través de sus sermones.
- Pero no fue así, pues a pesar del sentido crítico y transgresor con que pretendía renovar la religión en la que fue educado, nunca renegó de ser judío.
- Son muchas las evidencias de que Jesús divulgó una ética humanista que contemplaba como iguales a todos los seres humanos.
Sus inquietudes deontológicas le impulsaban a luchar por un mundo mejor donde todos tuvieran cabida en las condiciones mas igualitarias e independientemente de su sexo, condición social o linaje. Igualmente, aunque animaba a sus seguidores a incumplir ciertos mandatos del judaísmo, nunca les instigó a que abandonaran su religión sino mas bien a que lo enriquecieran a expensas de la misericordia, la justicia, la igualdad y el amor al prójimo.
No fue pues Jesús sino Pablo de Tarso quien inventó el cristianismo y lo difundió entre los judíos y los gentiles con gran visión de futuro en su estrategia organizativa, una pericia de la que adolecieron ¿Cómo Jesús de Nazaret se transformó en Jesucristo? Fue Pablo de Tarso quien, aproximadamente cuatro años después de la muerte de Jesús, concibió la idea de fundar una religión basándose en sus enseñanzas y con la intención de propagarla más allá de Palestina con la creación y organización de varias iglesias entre los gentiles de ciudades de Asia Menor y también Europa (Antioquía de Pysidia, Éfeso, Galacia, Corinto, Filipos, Tesalónica).
Inicialmente, estas iglesias fueron concebidas como asambleas de fieles que creían en Jesucristo como el Hijo único de Dios, se bautizaban en su nombre, se reunían para alabar a Dios, cantaban salmos, hacían ofrendas y oraciones y escuchaban las sugerencias del obispo o del presbítero.
Fue en Antioquía (primera iglesia fundada) donde Pablo comenzó a denominar cristianos a los fieles aunque siguieran apegados al judaísmo. Este y no otro fue el embrión del cristianismo, un proyecto pergeñado por Pablo que poco a poco fue adquiriendo connotaciones de singularidad, hasta consolidarse como una religión distinta del judaísmo que actualmente está expandida por todo el orbe.
¿Quién era Pablo antes de fundar el cristianismo? Pablo nació poco tiempo después que Jesús, más o menos entre los años cinco y diez de nuestra era, en la ciudad turca de Tarso y en el seno de una familia acomodada de judíos fariseos perteneciente la tribu de Benjamín.
Nacido greco-judío con ciudadanía romana, su educación le impregnó de una triada cultural helenística, romana y judía que le sería muy útil en el futuro. Al igual que todos los ciudadanos de su época, tenía dos nombres: Saúl, su nombre judío, (que significa invocado) llamado, y Paulo, nombre romano (que significa pequeño o poco).
Pablo no siempre fue seguidor de las enseñanzas de Jesús. Es mas, previamente a su conversión era un fariseo cumplidor estricto de las leyes que Dios dio al pueblo de Israel. Persiguió con firmeza a los seguidores de Jesús hasta que un acontecimiento cambió su vida marcando el origen del futuro cristianismo.
Según la leyenda relatada en el libro de los Hechos de los Apóstoles y la Primera Carta los Corintios, yendo Saulo de Tarso de camino a Damasco fue derribado de su caballo por Jesús de Nazaret, resucitado de entre los muertos, y experimentó una súbita conversión a las enseñanzas de aquél a cuyos seguidores perseguía.
A partir de ese momento Saulo creyó firmemente en la doctrina de Jesús, y cambió su nombre por el de Pablo para dejar constancia del nuevo hombre que fue desde entonces. El inicio del cristianismo Pablo es sin duda la figura de mayor trascendencia para entender como surgió el cristianismo, un hecho que fue posible gracias a su labor de difusión de las enseñanzas de Jesús (a quien nunca llegó a conocer) propagándolas más allá de Galilea y Judea hasta llegar al,
Pablo supo ser hábil y no asoció su nueva fe con un abandono del judaísmo sino que, justo al contrario, la vinculó con un crecimiento del mismo, lo que motivó que los líderes judíos tradicionalistas lo tacharan de apóstata y a la doctrina de Jesús como herejía. Para entender la estrategia de la fundación del cristianismo, es interesante tener en cuenta en que las epístolas de Pablo fueron escritas treinta años antes de que los evangelios se dieran a conocer.
Este desfase cronológico propició que el primer Jesús que las primitivas comunidades cristianas conocieron era el Jesús que predicaba Pablo, mucho antes de que Mateo, Marcos, Lucas y Juan escribieran sobre el Jesús de los evangelios, Estos años de diferencia proporcionaron ventaja a Pablo para estructurar su nueva religión – el futuro cristianismo- alrededor de un Jesucristo deshumanizado y con connotaciones míticas, muy distinto del auténtico del Jesús humano y nada mitológico del Sermón de la Montaña.
- Cuando Pablo hablaba de Jesús solía llamarlo Iesoûs Christós (Jesús el ungido), un término griego que con el tiempo se convirtió en el de Jesucristo, utilizado cuando se aludía a su faceta mística, mientras que el nombre Jesús se reservaba para su personalidad humana.
- Pablo de Tarso fundó el cristianismo No fue pues Jesús sino Pablo de Tarso quien inventó el cristianismo y lo difundió entre los judíos y los gentiles con gran visión de futuro en su estrategia organizativa, una pericia de la que adolecieron.
Jesús como sus apóstoles, seguramente porque su objetivo no era ambicioso en lo terrenal y sí impregnado de un idealismo humanista. Pablo, que sabía bien lo que quería, encargó a Marcos, Lucas y Juan que escribieran sendos evangelios en correcto griego para poder llegar a los más importantes enclaves helénicos donde el griego era de uso corriente.
- En el año 40, huyendo de los judíos fundamentalistas que le perseguían, Pablo se escapó a Jerusalén donde Bernabé le presentó a Pedro y a Santiago, y fue allí donde se celebró el denominado Concilio de Jerusalén alrededor del año 49.
- Está fuera de duda que Pablo fue el más cualificado protagonista de la primera generación del cristianismo.
Fue él quien construyó los cimientos de una reinterpretación de Jesús, iniciando una divinización de su persona que, no obstante, tardaría siglos en concretarse. Conclusiones Las evidencias históricas dejan constancia de que Jesús no fundó ninguna religión.
De hecho, tras su crucifixión, sus discípulos continuaron asistiendo a las sinagogas porque seguían considerándose judíos. Por el contrario, el autoproclamado apóstol Pablo, tras su espectacular conversión, se entregó en cuerpo y alma a la divulgación de su nueva fe y creó un movimiento que hoy conocemos como cristianismo.
Sin embargo, a pesar de su condición de fundador, la preeminencia de Pablo fue efímera, pues su liderazgo le fue arrebatado muchos años después al quedar la Iglesia ya constituida, pues se manipuló la historia con el propósito de erigir a Pedro como primer papa a pesar de carecer de datos históricos que justificaran esta decisión.
Acto seguido, se reelaboró en torno a la figura de Pedro una historia artificial que en Occidente aun prevalece hasta nuestros días. Sin embargo, tanto esta manipulación como el hecho de que un emperador llamado Constantino unificara en una estructura piramidal al conjunto de comunidades religiosas seguidoras de la nueva religión, creando una Confederación de Iglesias mediante el Concilio de Nicea (año 325), nada interfieren en demostrar lo que ha sido el objetivo de este artículo, que no es otro que demostrar que no fue Jesús de Nazaret sino Pablo de Tarso quien fundó el cristianismo.
: Jesús de Nazaret no fundó el cristianismo (ni ninguna otra religión)
¿Cómo se abrevia el nombre Emmanuel?
Nombre propio masculino, abreviatura de Emmanuel.
¿Cómo se escribe Emmanuel en Japón?
エムマヌエル es ‘ emmanuel’ en japonés – LEXIQUETOS.
¿Cómo se dice Dios en arameo?
Insha’Allah – Wikipedia, la enciclopedia libre Insha’Allah (en : إِنْ شَاءَ ٱللَّٰهُ , ‘Si Alá/Dios quiere’, ʾin šāʾa -llāh ) es un término en para indicar que un acontecimiento, ya mencionado, puede ocurrir en el futuro, si tal es la, Ha pasado a varios idiomas, como el, el, el, el,, el,,, el,,,, y oradores franceses.
- La palabra árabe Allāh (similar a la del arameo ‘elah y del hebreo ‘eloah, y adaptada al español como ) significa Dios; es decir, los árabes cristianos también dicen Alá para referirse al Dios cristiano.
- ʾin šāʾa -llāh significa «si Dios quiere».
- No obstante su origen coránico, el uso contemporáneo del término no denota necesariamente la profesión de una religión determinada por parte de la persona que la expresa.
El término también se utiliza en diversas circunstancias con diferentes funciones como el otorgarle fuerza a la persona que la expresa, manifestar cierta fatalidad respecto a los acontecimientos, expresar buenos deseos, evadir o posponer una respuesta, darle ánimo a alguien para llevar a cabo algo e incluso maldecir a alguien o un emprendimiento.
¿Cuántos son los nombres de Dios?
Los Nombres sublimes
N.º | Transcripción | Español |
---|---|---|
23 | Ar Rafi | El Enaltecedor |
24 | Al Muiz | El que otorga honores |
25 | Al Mudil | El Humillador |
26 | As Samí | El Omnioyente |
¿Cómo se llama el Dios?
¿Yahvé o Jehová? – UC En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová» y en las Biblias católicas le damos el nombre de «Yahvé». Muchos cristianos se preguntan: ¿por qué esta diferencia en el nombre de Dios? ¿qué debemos pensar de esto? En el fondo no sirve de nada discutir por el nombre antiguo de Dios.
- Nosotros vivimos ahora en el Nuevo Testamento y lo que nos importa es hablar de Dios como Jesús hablaba de El.
- Jesús vino a aclarar el misterio más profundo que hay en el Ser Divino: «Dios es amor».
- Dios es un «Padre» que ama a todas sus creaturas y los hombres son sus hijos queridos.
- Jesús mismo nos enseñó que debemos invocar a Dios como «nuestro Padre» (Mt.6, 9).
Para los estudiosos de la Biblia quiero aclarar en esta carta el nombre antiguo de Dios, aquel nombre que los israelitas del Antiguo Testamento usaban con profundo respeto. La explicación es un poco difícil, porque debemos comprender algo del idioma hebreo, la lengua en la cual Dios se manifestó a Moisés.
- Los nombres de Dios en el Antiguo Testamento Los israelitas del Antiguo Testamento empleaban muchos nombres para referirse a Dios.
- Todos estos nombres expresaban una relación íntima de Dios con el mundo y con los hombres.
- En esta carta quiero indicar solamente los nombres más importantes, por ejemplo: En Ex.6, 7 encontramos en el texto hebreo el nombre «Elohim», que en castellano significa: «El Dios fuerte y Poderoso».
En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señor». En Gén.17, 1 se habla de Dios como «Shadday» que quiere decir el Dios de la montaña. El profeta Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros». Y hay muchos nombres más en el A.T., como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de Israel, el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.
- Pero el nombre más empleado en aquellos tiempos era «Yahvé» que significa en castellano: «Yo soy» o «El que es».
- Leemos en Éxodo Cap.3 que Dios se apareció a Moisés en una zarza ardiente y lo mandó al Faraón a hablar de su parte.
- Moisés le preguntó a Dios: «Pero si los israelitas me preguntan cuál es tu nombre, ¿qué voy a contestarles?».
Y Dios dijo a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Así les dirás a los israelitas: YO SOY me manda a ustedes. Esto les dirás a ellos: YO SOY, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob me manda a ustedes. Este es mi nombre para siempre» (Ex.3, 13-15). ¿De dónde viene la palabra «Yahvé»? Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del Antiguo Testamento.
En este idioma no se escribían las vocales de una palabra sino únicamente las consonantes. Era bastante difícil leerlo correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales tenía que pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con estas cuatro consonantes: Y H V H que los judíos pronunciaban así «Yahvé», y en castellano se escribe YAVE.
La pronunciación «Yahvé» es sin duda la pronunciación más correcta del hebreo original para indicar a Dios como «Yo soy el que soy» (Los judíos del A.T. nunca dijeron Jehová). ¿De dónde viene la palabra Jehová? Los israelitas del A.T. tenían un profundo respeto por el nombre de Dios: «Yahvé».
- Era el nombre más sagrado de Dios, porque Dios mismo se había dado este nombre.
- Con el tiempo los israelitas, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciar el nombre de «Yahvé» y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de «Yahvé», en vez de decir «Yahvé» dijeron otro nombre de Dios: «Edonai» (el Señor).
Resultó que después de cien años los israelitas se olvidaron por completo de la pronunciación original (Y H V H, Yahvé) porque siempre decían «Adonay» (el Señor). En la Edad Media (1.000 a 1.500 años después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo.
Y cuando les tocó colocar vocales en la palabra hebrea Y H V H (el nombre antiguo de Dios) encontraron muchas dificultades. Por no conocer la pronunciación original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir: «Edonay» en vez de «Yahvé», pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; y resultó Jehová en latín.
Es decir: tomaron las 4 consonantes de una palabra (J H V H) y metieron simplemente 3 vocales de otra palabra (Edonay) y formaron así una nueva palabra: Jehová. Está claro que la palabra «Jehová» es un arreglo de dos palabras en una. Por supuesto la palabra «Jehová» nunca ha existido en hebreo; es decir, que la pronunciación «Jehová» es una pronunciación defectuosa del nombre de «Yahvé».
- En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y como encontraron en todos los textos bíblicos de la Edad Media la palabra «Jehová» como nombre propio de Dios, copiaron este nombre «Jehová» literalmente en los distintos idiomas (castellano, alemán, inglés).
- Y desde aquel tiempo empezaron a pronunciar los católicos y los evangélicos como nombre propio de Dios del Antiguo Testamento la palabra «Jehová» en castellano.
Ahora bien, aun las Biblias católicas usan el nombre de «Yahvé» y no el de «Jehová».¿Está bien? Está bien porque todos los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) están de acuerdo que la manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yahvé» y no «Jehová».
«Yahvé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová» no es ninguna forma del verbo «ser», como lo hemos explicado más arriba. Por eso la Iglesia Católica tomó la decisión de usar la pronunciación original «Yahvé» en vez de «Jehová» y porque los israelitas del tiempo de Moisés nunca dijeron «Jehová».
¿Cuál es el sentido profundo del nombre de «Yahvé»? Ya sabemos que «Yahvé» significa: «Yo soy.» Pero ¿qué sentido profundo tiene este nombre? Para comprenderlo debemos pensar que todos los pueblos de aquel tiempo eran politeístas, es decir, pensaban que había muchos dioses.
- Según ellos, cada nación, cada ciudad y cada tribu tenía su propio Dios o sus propios dioses.
- Al decir Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY» El quiere decir: «Yo soy el que existe: el Dios que existe; y los otros dioses no existen, los dioses de los egipcios, de los asirios, de los babilonios no existen.
Yo soy el único Dios que existe». Dios, dándose el nombre de YAVE (YO SOY), quería inculcar a los judíos el monoteísmo (un solo Dios), y rechazar de plano todo politeísmo (muchos dioses) y la idolatría de otros pueblos. El Dios de los judíos (Yahvé) es un Dios celoso, no soporta a ningún otro dios a su lado.
- El dice: «No tendrás otro Dios fuera de mí» (Ex.20, 3).
- «Yo soy Yahvé, tu Dios celoso» (Deut.4, 35 y 32, 39).
- El profeta Isaías explica bien el sentido del nombre de Dios.
- Dice Dios por medio del profeta: «YO SOY YAVE, y ningún otro».
- «¿No soy yo Yahvé el único y nadie mejor que yo?» (Is.45, 18).
- La conclusión es: La palabra «Yahvé» significa que «El es el UNICO DIOS», el único y verdadero Dios, y que todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.
El nombre de Dios en el Nuevo Testamento Más importante para nosotros, que vivimos en el Nuevo Testamento, es saber cómo Jesús hablaba del misterio de Dios. Jesús y sus apóstoles, según la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre «Yahvé» o «Jehová».
- Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señor- para indicar el nombre propio de Dios.
- Todo el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por eso encontramos en el Nuevo Testamento la palabra Kyrios (el Señor) que es la traducción de «Edonay».
- Pero Jesús introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra».
«Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn.5, 17-18). Además Jesús enseñó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro, que estás en los cielos» (Mt.6, 9).
- Ahora, el nombre más hermoso que nosotros podemos dar a Dios es el de: «Padre nuestro».
- ¿Es verdad que en las Biblias de los Testigos de Jehová aparece el nombre Jehová en el Nuevo Testamento? Así es.
- Los Testigos de Jehová hacen aparecer en el Nuevo Testamento 237 veces la palabra «Jehová», pero eso no es correcto.
Cuando en el Nuevo Testamento se habla de Dios con el nombre «Señor» (Kyrios en griego, Edonay en hebreo) ellos lo traducen como Jehová, pero esto es claramente una adulteración de los textos bíblicos. El Nuevo Testamento habla de Dios como «Padre» o «Señor», pero nunca como «Jehová».
Una vez más desconocen la gran revelación de Jesucristo que fue la de anunciarnos a Dios como Padre. ¿Qué es lo mejor para nosotros? Lo mejor es hablar de Dios como Jesús hablaba de El. Meditando los distintos nombres de Dios que aparecen en la Biblia, nos damos cuenta de que hay una lenta evolución acerca del misterio de Dios, y cada nombre revela algo de este gran misterio divino: 1) Dios se manifestó a Moisés como el único Dios que existe, significando esto que los otros dioses no existen.
Es lo que significa la palabra «Yahvé».2) Luego ese único Dios se manifestó a los profetas como el Dios de la Justicia.3) Finalmente en Jesucristo, Dios se manifestó como un Padre que ama a todos sus hijos. Dios es amor y nosotros tenemos esta gran vocación a vivir en el amor.
- La oración del Padre Nuestro es la mejor experiencia de fraternidad universal.
- ¿Qué hay que hacer cuando los Testigos de Jehová, los Mormones y los seguidores de otras sectas llegan a la casa de uno para entablar una conversación? «En primer lugar hay que precisar cuál es la verdadera intención de su visita.
Por lo general ellos dicen que quieren hablar de la Biblia y conversar acerca de Dios y de la religión. Pero su verdadera intención no es ésta, sino la de arrebatar la fe a los católicos. Eso y nada más es lo que quieren. Quitar a los fieles su fe católica.
- Hablar de la Biblia o de Dios es sólo el pretexto para llegar a este final que es quitar la fe a los católicos.
- Y los hechos comprueban esta afirmación, porque sabemos de algunos buenos católicos que por cortesía, buena educación, o por otras razones, aceptaron conversar con ellos sobre la Biblia o sobre Dios, y se pasaron a ser Testigos de Jehová, Mormones o de otras sectas y abominaron después contra su antigua fe católica.
Es decir, hay que tener claro que esta visita de los Testigos de Jehová, de los Mormones o de otras sectas a las casas y familias católicas no tiene otra intención ni otro propósito que arrebatarles su fe católica. Conociendo esta realidad, la respuesta es obvia: ¿Quiere usted conservar y defender su fe católica? No los reciba.
- ¿Quiere usted poner en peligro su fe católica? Piense mejor lo que debe hacer».
- Cuestionario ¿Es correcto nombrar hoy a Dios con la palabra Jehová? ¿Por qué no? ¿Qué aconteció históricamente? ¿Por qué los israelitas usaban la palabra Adonai? ¿Qué pasó cuando los hebraístas de la Edad Media empezaron a poner vocales a las consonantes? ¿Qué significa la palabra Yahvé? ¿Es correcto utilizar hoy la palabra Yahvé? ¿Es correcto utilizar la palabra Jehová? ¿Cómo se refirió Jesús a su Padre? ¿Cómo tenemos que nombrar a Dios los cristianos de hoy? ¿Qué evolución del nombre de Dios hay entre A.
y N. Testamento? Suscríbete a nuestro boletín de servicios diarios. Evangelio, Meditación y Santoral en un sólo mensaje. No te lo pierdas, ¡inscríbete! Inicio 31 de julio 2018 Click para más información : ¿Yahvé o Jehová? – UC
¿Qué dice Mateo capítulo 1 versículo 23?
1 a Libro de la genealogía de b Jesucristo, hijo de c David, hijo de d Abraham : 2 Abraham engendró a a Isaac, e Isaac engendró a b Jacob, y Jacob engendró a c Judá y a sus hermanos.3 Y Judá engendró, de Tamar, a a Fares y a Zara, y Fares engendró a Esrom, y Esrom engendró a Aram.4 Y Aram engendró a Aminadab, y Aminadab engendró a a Naasón, y Naasón engendró a Salmón.5 Y Salmón engendró, de Rahab, a Booz, y Booz engendró, de a Rut, a Obed, y Obed engendró a b Isaí,6 E Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró, de la que fue a esposa de Urías, a b Salomón,7 Y Salomón engendró a Roboam, y Roboam engendró a Abías, y Abías engendró a Asa.8 Y Asa engendró a Josafat, y Josafat engendró a Joram, y Joram engendró a Uzías.9 Y Uzías engendró a Jotam, y Jotam engendró a Acaz, y Acaz engendró a Ezequías.10 Y Ezequías engendró a Manasés, y Manasés engendró a Amón, y Amón engendró a Josías.11 Y Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la a deportación a Babilonia.12 Y después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel engendró a a Zorobabel,13 Y Zorobabel engendró a Abiud, y Abiud engendró a Eliaquim, y Eliaquim engendró a Azor.14 Y Azor engendró a Sadoc, y Sadoc engendró a Aquim, y Aquim engendró a Eliud.15 Y Eliud engendró a Eleazar, y Eleazar engendró a Matán, y Matán engendró a Jacob.16 Y Jacob engendró a a José, marido de b María, de quien nació c Jesús, el que es llamado el d Cristo,17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.18 a Y el b nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María, su madre, c desposada con José, antes que se unieran, se halló que había concebido del Espíritu Santo.19 Y José, su desposado, como era justo y no quería a infamarla, b quiso dejarla secretamente.20 Y pensando él en esto, he aquí un a ángel del Señor se le apareció en b sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu desposada, porque lo que en ella es engendrado, del c Espíritu Santo es.21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre a Jesús, porque él b salvará a su pueblo de sus pecados.22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que había hablado el Señor, por medio del profeta, diciendo: 23 a He aquí, una b virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre c Emanuel, que interpretado es: Dios con nosotros.24 Y cuando despertó José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y la recibió como esposa.25 Pero no la conoció hasta que ella dio a luz a su a hijo primogénito, y llamó su nombre Jesús,