Por: José Luis de la Cruz | Publicado en El Sol de México.
México debe aprovechar el proceso de recuperación económica iniciado en marzo para implementar una estrategia de Política Industrial que le permita alinearse rápidamente a lo que aplican las naciones líderes y evitar con ello las consecuencias del Nuevo Orden de la Industria Global que se está configurando.
Sin lugar a duda que se debe valorar positivamente el aumento de 35.7% de la actividad industrial alcanzada en abril pasado.
La reactivación de casi todos los componentes de la industria nacional, salvo los vinculados con el sector energético e inversión pública en infraestructura, permitió acumular un segundo mes de variación positiva, algo atribuible a la recuperación de Estados Unidos pero que será temporal y cuyo efecto se diluirá en 2022 si no se aplica un plan de reactivación de la inversión y una estrategia de impulso a nuevos diferenciales productivos.
Si México desea alcanzar una recuperación vigorosa y perdurable deberá tomar medidas tanto de corto plazo como de mediana y larga duración para lograr que la reactivación del ciclo industrial se transforme en una nueva etapa de desarrollo económico y no sea solamente el efecto de un “rebote” atribuible a la reapertura de los sectores productivos. Continuar leyendo […]