Milenio | Silvia Rodríguez.
El auge en los flujos de remesas es una constante para México, pese a la pandemia del covid-19, los flujos no han dejado de llegar; sin embargo, aunque representan recursos para el país, no son una fuente que genere crecimiento económico, como lo es la inversión, y sí reflejan que no hay oportunidades laborales ni condiciones de bienestar; por otro lado, el aumento en las salidas de capital muestran un entorno de incertidumbre en la nación, coincidieron analistas del mercado.
De acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), en 2020, año en el que la pandemia del covid-19 provocó la crisis económica más fuerte desde la Gran Depresión, las remesas sumaron un máximo histórico de 40 mil 606.6 millones de dólares.
En los primeros tres meses de 2021, las remesas acumularon nuevos máximos, al sumar un monto de 10 mil 623.3 millones de dólares, que representa un incremento de 13 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior y la cifra más alta para un mismo lapso desde que se tiene registro.
Un análisis de BBVA reveló que gran parte de las remesas se usa para comida y vestido, seguido de gastos en salud y, posteriormente, para otros usos como adquisición o mejora de vivienda y educación; es decir, las remesas se destinan principalmente para gasto corriente.
La institución financiera abundó en que datos del Anuario de Migración y Remesas 2020 indican que en una tercera parte de los hogares que reciben remesas, estos ingresos cubren 100 por ciento o más de su gasto en alimentación, y en 47 por ciento de los hogares, las remesas cubren menos del 50 por ciento del gasto en alimentación, por lo que deben complementarlo con otros ingresos.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, dijo a MILENIO que al final del día, el origen de las remesas es el hecho de que no hubo oportunidades laborales en el país, es una necesidad económica que no se puede cumplir aquí y que se busca satisfacer en otros lugares del mundo.
“La remesa, lo que acaba transparentando, más que un logro de México, es un logro de otros países, particularmente de Estados Unidos, donde sí existen las condiciones para poder aspirar a elevar el nivel de bienestar y, aún, para apoyar a la familia que se queda en México”, refirió.
El directivo del IDIC señaló que para reducir el número de mexicanos que emigra a Estados Unidos, se tendrían que encontrar en México las condiciones fundamentales para poder tener un buen empleo, un buen ingreso y bienestar, y eso se sólo se logra con inversión y crecimiento económico.
“Algo que México no ha logrado alcanzar en los últimos 40 años, mientras no se tengan condiciones para incrementar la inversión productiva e incrementar con ello el empleo formal y bien remunerado, al final del día va a estar presente este mecanismo de la migración, como forma de subsanar los problemas económicos”, apuntó.
