Un gobierno de verdadero cambio: Ávila Camacho (1940-1946). Referencias históricas y enseñanzas para la 4T

Por: Francisco Suárez Dávila | Publicado en El Universal.

Vivimos un momento histórico de encrucijada, con retos y oportunidades insólitas, y grandes incertidumbres. Se ha puesto de moda acudir a la historia como referencia, fuente de contrastes, lecciones y experiencias. El Presidente López Obrador lo disfruta frecuentemente en sus mañaneras. La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, fundada el 18 de abril de 1833 por Gómez Farías como la primera Sociedad Científica del continente, que cumple en estos días 188 años, está examinando los diferentes gobiernos desde la Revolución. Ahora lo hace con el de Ávila Camacho, en que yo presenté un análisis de su muy exitosa estrategia de desarrollo económico. De mi investigación se desprende que no se le ha hecho justicia como uno de los grandes Presidentes de México, que realizó auténticas transformaciones. Falso que “haya dado la vuelta a la Revolución”. Su gobierno ofrece lecciones de relevancia para nuestros días.

En 1940 México se enfrentaba a serias amenazas y presiones del exterior, derivadas de la Segunda Guerra Mundial. Las grandes transformaciones sociales de Cárdenas habían polarizado al país entre los radicales reformistas y los conservadores, particularmente empresarios del norte del país y del centro católico. Ello se tradujo en una elección muy cerrada entre éste y el Gral. Almazán.

Su primera gran contribución fue que desde el primer día de su gobierno, Ávila Camacho lanzó su convocatoria a la “unidad nacional”. Dijo: “El gobierno que hoy inauguramos es el de todo el país, cuyas normas estarán por encima de sectarismos, sin distinción de credos políticos, ni religiosas. Enfáticamente debemos comprobar que hemos borrado toda diferencia originada en la campaña política, pues el ejercicio de un derecho en la contienda electoral, sólo merece de nuestra parte estímulo y respeto. Pido con todas las fuerzas de mi espíritu a todos los mexicanos patriotas, a todo el pueblo, que nos mantengamos unidos, desterrando toda intolerancia, todo odio estéril, en esta cruzada constructiva de fraternidad y grandeza nacionales…” Fue la doctrina que practicó el llamado “Presidente Caballero” a lo largo de su gobierno. Debería ser ejemplo para el actual gobierno. Continuar leyendo […]

Se permite el uso, distribución y difusión del contenido publicado en IDIC.mx toda vez que se cite la fuente, se vincule al artículo en nuestro sitio web y se mantenga la intención del contenido. En caso de que no sea de autoría del IDIC A.C. se deberá consultar con el autor original.