Recuperación económica ¿en desaceleración?

La Voz de la Industria Vol. 9 N°255.

Los efectos de la recesión se mantienen presentes en la economía mexicana y permiten anticipar que el PIB del primer trimestre del 2021 será negativo y contabilizará una caída cercana al (-) 3.2%: durante enero y febrero pasados, de acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) del INEGI, se registró un retroceso de (-) 4.0%.

  • En función de ello se puede determinar que el sistema productivo acumula 20 meses contíiuos de variaciones negativas y 21 en los últimos 22 meses.
  • Con ello se superan las 14 disminuciones registradas durante la crisis del periodo 2009-2010, las 16 contabilizadas durante el periodo 2001-2002 y las 12 acontecidas entre 1995-1996.

Bajo el contexto descrito se reafirma la necesidad de contar con un programa de reactivación económica diferenciado que permita acelerar el proceso de recuperación de los sectores industrial y de servicios.

  • El incremento de la inversión pública y privada se constituye como el mecanismo idóneo y capaz de fortalecer la recuperación del sistema económico nacional y la generación de empleo.
  • Un aspecto imprescindible para aumentar la inversión es el impulso a la construcción de una agenda de proyectos que faciliten los procesos de inversión y la cual requiere del fortalecimiento del diálogo nacional.

Lo anterior se deriva de la contracción que ambos sectores exhibieron durante enero y febrero pasados:

  • En el primer mes del año el sector industrial cayó (-) 3.7% y (-) 4.2% en febrero.
    • Parte de ello es atribuible a la desaceleración que la manufactura de exportación presentó durante el primer bimestre, tanto por el menor dinamismo mostrado por la industria en Estados Unidos, como por la reducción de la producción causada por los desequilibrios energéticos en febrero.
  • En el caso del sector servicios, estrechamente vinculado con la evolución del mercado interno, la minusvalía de enero fue de (-) 4.4% y de (-) 4.3% en el segundo mes del año.
    • La debilidad del mercado interno se relaciona con la situación del mercado laboral: el registro de163 mil empleos ante el IMSS durante el primer bimestre del año se dio en un rango de percepciones inferiores a los 3 salarios mínimos y en donde el 51% del empleo fue temporal.

Como resultado de lo descrito se aprecia que la recuperación de la economía mantiene una tendencia positiva, pero que la misma se ha moderado (gráfica 1).

Para revertir la desaceleración de la recuperación se requiere de una reactivación vigorosa de la inversión, tanto pública como de la privada. Elevar la confianza del consumidor y empresarial es fundamental, además se encuentra interrelacionada: un aumento en la confianza empresarial redunda en mayor inversión, lo cual acelera la creación de empleo formal permanente, un factor esencial para elevar la capacidad de consumo nacional.


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