Por: Rolando Cordera Campos | Publicado en El Financiero.
Todos tenemos algo que nos comunica y vuelve navegantes de la misma incertidumbre: sabemos que no sabemos, ni de dónde viene ni a dónde va. Intuimos que puede alojarse en algunas células, pero, aún bajo el supuesto de que contemos pronto con una vacuna y medicamentos efectivos, parece que puede volver y desolar territorios, almas y mentalidades. Así es y así será, podría decir la conseja que heredemos a las siguientes generaciones.
Mientras tanto y en medio de tanta obscuridad, el horizonte admite luces y brotes que nos hablan de grandes aventuras en el mundo financiero y en el de la investigación que prometen resultados benéficos en la batalla contra el virus.
También se ha dicho, insistentemente, que la Unión Europea aprendió la lección del 2008-2009 y desenterró lo mejor de las herencias de las tragedias de entreguerras y el platillo volador multinacional se apresta a levantar el vuelo. A su vez, más allá de la China cercana y distante, nos cuenta Mauricio de María y Campos, en Vietnam emprenden formas de protección, defensa y acción que resultan en índices notables en materia sanitaria y en no menos envidiables coeficientes de recuperación y crecimiento económicos durables y sostenibles. Continuar leyendo […]