Autos y clima laboral, los dos más grandes desafíos de México con el T-MEC

El Economista | Roberto Morales.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor a partir de este miércoles con dos principales desafíos para México: mantener la atracción de inversiones en el sector automotriz y transitar hacia un mejor cumplimiento de las leyes laborales sin afectar a las exportaciones.

Desde que hace cuatro años, el entonces candidato presidencial Donald Trump comenzó a atacar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), centró sus críticas en la llegada de plantas automotrices a México y en las importaciones de Estados Unidos desde países de bajos salarios.

Trump tiene en el T-MEC (el sustituto del TLCAN) una de sus principales promesas de campaña cumplidas y logró específicamente en ese nuevo acuerdo comercial imponer reglas de origen del sector automotriz más rígidas, beneficiando sobre todo a Estados Unidos y Canadá.

Como moneda de cambio en la ratificación, los legisladores demócratas también pusieron su propio sello en el T-MEC, sobre todo con la creación de un mecanismo de respuesta rápida en materia laboral, para supervisar el cumplimiento de México.

Ambos casos, las reglas de origen automotrices, con un Valor de Contenido Laboral (VCL), y el mecanismo de respuesta rápida, no se encuentran en ningún tratado comercial del mundo, por lo que las partes interesadas centrarán su interés en el desarrollo de esas regulaciones conforme trascurran los primeros meses de vigencia del T-MEC.

Para los autos, el T-MEC incrementa el Valor de Contenido Regional (VCR) de 62.5% a 75%, con una nueva metodología. También establece un VCL de 40%. Esto es, el 40% del valor del vehículo deberá producirse utilizando salarios, al menos de 16 dólares estadounidenses por hora.

Además, establece un panel expedito para ciertas violaciones en materia laboral, cuando involucren incumplimientos al tratado referentes a la aprobación de un líder sindical y a la constitución de un contrato colectivo.

Para Luis de la Calle, director general de la consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera (CMM), el mayor riesgo del T-MEC es que se abuse en la utilización de paneles laborales, un aspecto que México debe evitar, según él, para potenciar las ventajas del tratado.

El T-MEC permite no sólo elevar aranceles, sino también el bloqueo de exportaciones de un país a otro país en la región, si se reiteran violaciones laborales por parte de una instalación manufacturera, de servicios o que involucre a la minería.

En general, varias disposiciones incluidas en el T-MEC, como las reglas de origen automotriz, protecciones de propiedad intelectual, los paneles laborales y protecciones al medio ambiente, fueron incluidas a petición de Estados Unidos con el objetivo de incrementar los empleos en ese país, de acuerdo con José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

El T-MEC también obliga a que 70% del acero y el aluminio sean de la región de América del Norte. Adicionalmente, las siguientes autopartes denominadas “esenciales” deberán cumplir con un 75% de VCR en promedio (valor): motores, chasis & body, caja de transmisión, ejes, suspensión, sistema de dirección y baterías. Continuar leyendo […]

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