Reforma | Alejandra Mendoza.
A pesar de que en 2019 la tasa de desocupación en el país se mantuvo relativamente baja, en un promedio de 3.5% el empleo en condiciones salariales precarias se disparó a casi una quinta parte de la población ocupada, muestran cifras del Inegi.
La llamada Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO) escaló durante el año pasado a un nivel histórico de 18.9% en promedio durante los últimos 12 meses, desde 15.5% en 2018.
Ni siquiera en la crisis del 2009 se registró un nivel tan malo, pues en aquel año promedió 12.6 por ciento.
La TCCO se define como la proporción de la población ocupada (tanto en el sector formal como en el informal) que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, o que labora más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos.
El año pasado el salario mínimo fue de 102.68 pesos diarios, equivalentes –con un trabajo de tiempo completo– a 718.76 pesos a la semana o 3 mil 123.18 pesos al mes.
Alrededor de 10.4 millones de personas en promedio durante 2019 laboraron en condiciones críticas, unas 2.1 millones más que en 2018, cuando sumaron 8.3 millones.
Un aumento significativo de la TCCO se dio desde 2018, cuando se elevó a 15.5% desde 13.8% del año previo.
Joana Chapa, directora del Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la UANL, señaló que el indicador reflejó el menor crecimiento económico, que ya en 2019 resultó prácticamente de cero, como consecuencia de la reducción en la inversión y el subejercicio del gasto público federal.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), coincidió en que la precariedad laboral se debe al bajo crecimiento económico, añadiendo que muchos de los empleos que se están generando son de salarios bajos.
“Muchos mexicanos tienen que encontrar una o más ocupaciones para complementar su ingreso”, anotó. Continuar leyendo […]
