El mito del mínimo

Por: Thomas Sowell | Publicado en Reforma.

«El salario mínimo real es siempre cero, sin importar las leyes». 

Uno de los mitos del viejo PRI que hoy promueve la Cuarta Transformación es que el alto salario mínimo de los años setenta proporcionaba un mejor nivel de vida a los trabajadores. La afirmación es falsa. La mayoría de los trabajadores ganaba entonces un salario mínimo o menos, pero hoy el sueldo promedio es casi cuatro veces superior. La política de decretar aumentos fuertes en los mínimos no recuperará una era dorada para los trabajadores, porque nunca existió. 

Los aumentos del mínimo del actual gobierno, como los de Luis Echeverría y José López Portillo, han sido muy fuertes. En 2018 este sueldo se encontraba en 88.36 pesos al día, pero pasó a 102.68 en 2019 y llegará a 123.22 el 1o de enero de 2020. Es un alza de 39.4 por ciento, que alcanza 3,746 pesos mensuales. En la frontera norte, el mínimo pasó de 88.36 a 176.72 en 2019 y a 185.56 pesos diarios, o sea, 110 por ciento, para llegar a 5,641 pesos mensuales. 

Es positivo que la decisión se haya dado de manera unánime en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos. La secretaria de trabajo, Luisa María Alcalde, apunta, por otra parte, que el incremento no ha generado una espiral inflacionaria. El presidente López Obrador afirma que beneficiará a más de 3 millones de trabajadores y generará más consumo y crecimiento económico. 

Pocos entienden que, en términos económicos, el mínimo es una prohibición para contratar a nadie por debajo de un determinado sueldo. Quizá beneficia a algunos trabajadores, aquellos cuya labor es rentable a ese nivel, pero daña a los más pobres y menos preparados, que se quedan sin empleo. 

Como los mínimos siguen estando muy abajo de los sueldos promedio, el daño a la economía ha sido pequeño. La experiencia nos dice, sin embargo, que cuando los sueldos suben sin que se eleve la productividad los puestos de trabajo menos rentables se eliminan o son reemplazados por máquinas. 

La afirmación de que más de 3 millones de trabajadores se verán beneficiados por los aumentos del mínimo es falsa debido a que la enorme mayoría de quienes perciben un salario mínimo laboran en la economía informal. El IMSS solo tiene registrados unos 200 mil trabajadores con salario mínimo, según José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, aunque muchos tienen en realidad ingresos adicionales, como propinas. 

El alza en los mínimos en este gobierno no ha generado inflación porque son muy pocos los que tienen este ingreso, de manera que el aumento no se ha traducido en una mayor demanda. Ha habido, es cierto, un alza también en los salarios promedio y en los contractuales, en lo que los economistas llaman el «efecto faro», un impulso producido por el aumento a los mínimos, pero empezamos a ver también un incremento en el desempleo. La tasa de desocupación abierta subió de 3.2 a 3.6 por ciento y la de subocupación de 6.7 a 7.5 por ciento entre octubre de 2018 y el mismo mes de 2019. El empleo registrado en el IMSS, que crecía 4.5 por ciento anual en mayo de 2018, lo hizo en solo 1.7 por ciento en noviembre de 2019, «la tasa más baja desde marzo de 2010», según Citibanamex. 

Es lógico. Subir el mínimo aumenta el desempleo porque encarece la contratación. Algunos puestos desaparecen, otros se incorporan a la economía informal. Las víctimas son siempre los más pobres. Esto es algo que no ven quienes piensan que los años de altos mínimos, los de Echeverría y López Portillo, fueron una época dorada para los trabajadores. 

Se permite el uso, distribución y difusión del contenido publicado en IDIC.mx toda vez que se cite la fuente, se vincule al artículo en nuestro sitio web y se mantenga la intención del contenido. En caso de que no sea de autoría del IDIC A.C. se deberá consultar con el autor original.