Infobae | Por: Denisse López.
El Fondo Monetario Internacional, ha vuelto a rebajar sus previsiones de crecimiento de la economía mexicana para 2019 y 2020. Según sus estimaciones, el país crecerá 0.4% en 2019, y 1.3% en 2020. Esto implica una reducción de medio punto porcentual en comparación a sus estimaciones anteriores, en las que se fijaba un 0.9% y 1.9%, respectivamente.
Según el reporte del FMI, en el país prevalece la incertidumbre política, que se ve reflejada en una disminución en el consumo y la inversión. Además de verse afectado por la tasa de referencia del Banco de México (Banxico).
“En el caso de México, además de la incertidumbre política, lo que importa es cuáles son los costos de pedir prestado, del crédito. En este caso, las tasas de interés son tan elevadas y hay condiciones financieras bastante estrictas», dijo la consejera económica y directora del departamento de estudios del FMI, Gita Gopinath, en conferencia de prensa.
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Una posible recesión nacional es el mayor temor de los analistas. José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) así lo señaló a Infobae.
La mala noticia es que no hay crecimiento económico, porque de fondo, el mayor riesgo que enfrenta el presidente Andrés Manuel López Obrador es que si la economía se desacelera y llega a una recesión, entonces si se va a entrar en una fuerte crisis
El director del Think tank mexicano prevé que, de seguir en la misma línea, el próximo gobierno en funciones heredará un país incapaz de crecer y de asegurar un bienestar real a su población a través de la generación de empleo y de desarrollo sostenible.
Mientras el país siga sin crecer, el próximo gobierno heredará un país con fuertes necesidades de infraestructura, rezagos en productividad y un mercado laboral muy reducido
Ante este escenario, la recomendación es que López Obrador debería revisar su estrategia y ponderar la necesidad de poner el crecimiento económico como uno de los objetivos de su administración. Hasta el momento, el presidente ha priorizado los cambios sociales y políticos al desarrollo económico, y eso ha impactado en las previsiones del FMI.
Gallegos explicó al respecto que, el ajuste a la baja de la organización financiera contempla tres elementos: el gasto, que no crece; el ingresó público del próximo año, el cual está en 0% respecto al cierre de este año; y el presupuesto de Obrador para el 2020, el cual plantea una reducción fiscal. Además, suma la información económica de los últimos meses, en la cual se observa una desaceleración económica que no ha tocado fondo.
“El sector industrial suma 11 caídas consecutivas. Hay un debilitamiento del consumo privado y la inversión. Se observa también una falta de certidumbre en la políticas publicas y sigue sin haber confianza por parte del sector privado. Entonces el FMI hizo un ajuste a la baja entendiendo que no va a haber una recuperación en lo que queda del año y que en realidad será un crecimiento cercano a cero», reiteró el analista.
De la Cruz Gallegos recordó que, a pesar de la promesa inicial hecha por AMLO de un crecimiento del 4%, en realidad el eje económico no es un tema que le preocupe. De ahí que en los documentos oficiales se manejen previsiones que no sobrepasan el 2.7%. “Su objetivo es solo mantener la estabilidad, no tiene como prioridad hacer crecer la economía”, añadió.
El desinterés del presidente en el desarrollo económico del país llegó en mal momento, pues el propio FMI auguró que cerca del 90% de los países caerán en desaceleración el próximo año. Leer nota completa […]
