El Economista | Rodrigo Riquelme.
México tiene un camino difícil de transitar para llegar a la Cuarta Revolución Industrial. Este concepto, acuñado por el fundador y presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, hace referencia a una cuarta etapa del desarrollo industrial en el que un conjunto de tecnologías, que van desde la inteligencia artificial y el internet de las cosas hasta la robótica y la biotecnología, convertirá a los sistemas industriales en máquinas inteligentes basadas en la automatización y el análisis de datos.
Si la máquina de vapor fue la base tecnológica de la primera Revolución Industrial; la energía eléctrica de la segunda, y los circuitos electrónicos de la tercera, el Internet de las Cosas (IoT), el análisis de grandes datos, la robótica, la inteligencia artificial y la biotecnología son las tecnologías en las que se basa la operación de la llamada Cuarta Revolución Industrial, cuya implementación da pie a la Industria 4.0.
Pero México no está preparado para que la mayoría de las industrias implemente estas tecnologías y transite hacia esta Industria 4.0. De acuerdo con José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la razón es que durante 25 años el país renunció a contar con una política industrial y, con ello, al desarrollo de una industria nacional fuerte, que tuviera la innovación tecnológica como mecanismo de crecimiento. Continuar leyendo […]
Suplemento especial:
ElEconomista-Hannover-Messe-2019_compressed