¿Por qué México no crece y Estados Unidos sí?

Expansión (Foto: iStock by Getty Images/Enrique Ramos López)

Expansión | Cristóbal Martínez Riojas.

La economía mexicana necesita vitaminas extra para levantarse de su peor arranque de año en la última década , y esta vez será más complicado pues el país no logra beneficiarse de la sorpresiva expansión de Estados Unidos, su principal socio comercial.

El Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense se expandió 3.2% anual entre enero y marzo de este año. En contraste, la economía mexicana se contrajo 0.2% en el periodo de referencia, según estimaciones oficiales.

«En términos de crecimiento en el primer trimestre entre dos países, no es inusual tener uno con mayor velocidad de crecimiento que el otro, pero observas la imagen real, el asunto clave es que hay dos ambientes económicos muy diferentes en Estados Unidos y México», aseguró Gregory Daco, economista en jefe de Oxford Economics en Estados Unidos.

A diferencia del débil desempeño de México, la actividad económica estadounidense se beneficia de los estímulos fiscales, los recortes de impuestos y el mayor gasto generado por el gobierno de Donald Trump, explicó.

«En México tienes un número de noticias que incluye la transición política de Andrés Manuel López Obrador», añadió Daco, a lo que se suman una reducción en la exploración de petróleo con menores ingresos para el gobierno, la inflación que ha llevado al Banco de México (Banxico) a subir su tasa de interés de referencia, recortes en el gasto público y los aranceles que crean una mayor incertidumbre comercial», enfatizó.

«Aunque hay incertidumbre comercial en ambos países (…) la incertidumbre política también es mucho más alta en México», indicó Graco.

«Si tenemos un ciclo económico (con EU) que se supone que íbamos siempre iguales (…) cómo es que ellos crecieron 3.2% y aquí caímos como que pareciera que no tiene sentido (…) creo que tiene que ver con la incertidumbre generada desde finales de 2018», dijo Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE..

Justamente, la incertidumbre política interna es vista por analistas nacionales y extranjeros como el principal obstáculo para el crecimiento económico de México y su segunda mayor preocupación, solo debajo de la insegurudad pública, de acuerdo con la encuesta aplicada por Banxico en abril, levantada cuando aún no se conocía las estimación del PIB.

Sí, la economía estadounidense creció 3.2% cuando se esperaba 2.1%, pero si se entra en los detalles, esa sorpresa se sustentó en un alza en las exportaciones de petróleo y en contraste hubo una desaceleración del consumo estadounidense.

«Así como tal (el crecimiento) del PIB de Estados Unidos pues no hay forma como México lo pueda aprovechar”, consideró Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE.

El consumo ocupó el tercer sitio entre los factores que más contribuyeron al avance del PIB estadounidense con 0.82 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento, es decir una cifra menor a la registrada en periodos anteriores: «si hubiera sido por consumo significaría que los estadounidenses están comprando más y eso generaría la idea de mayores exportaciones mexicanas pero no, el consumo se desaceleró», explicó la analista.

La incertidumbre y proteccionismo, el ancla que frena a México

México arrastra un clima de incertidumbre y desconfianza de empresarios e inversionistas que aún no se disipa.

La cadena de factores que crearon esa incertidumbre tiene varios eslabones: la cancelación de la obra del aeropuerto de Texcoco, las propuestas de reforma sobre comisiones bancarias y las concesiones mineras, el desabasto de gasolina y las huelgas en ciudades del norte del país a principios de año.

«Todo esto mermó la inversión y parte del consumo (…) la confianza de los inversionistas, la confianza empresarial no ha terminado de recuperarse», advirtió Siller.

Y aunque la relación comercial entre México y Estados Unidos siegue siendo crucial, el proteccionismo del presidente Donald Trump a pasado la factura su socio del sur.

«El problema que enfrenta la economía mexicana es que se mermaron los vínculos industriales entre México y Estados Unidos», explicó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC).

Para México, esa merma significa que la industria mexicana pierde fuerza para ser atraída por su par estadounidense, pues con las medidas proteccionistas de Trump se ha restringido la demanda de productos mexicanos en aquel país.

«Eso lo que permite entender es que a pesar de que Estados Unidos está creciendo de manera robusta particularmente lo hizo hasta inicios de este año en la parte industrial pues esto no esté beneficiando a México», explicó De la Cruz.

El proteccionismo a llevado a las empresas a redirigir inversiones desde México hacia Estados Unidos, añadió.

Los aranceles aún vigentes al acero y aluminio mexicanos impuestos por la administración Trump y la falta de la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) son otros elementos externos que limitan la inversión en el país, apuntó. Continuar leyendo […]

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