Forbes | María Fernanda Navarro.
La cuenta regresiva inició para que el Gobierno Federal, a través de Carlos Urzúa, secretario de Hacienda y Crédito Público, entregue a la Cámara de Diputados la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación antes del 15 de diciembre.
La expectativa respecto a la presentación del Paquete Económico 2019 es amplia, no sólo por tratarse del primero del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que en diversas ocasiones ha condenado el bajo crecimiento económico del país debido al agotamiento del “modelo neoliberal”; sino porque con éste se determinarán los “cómos” a los proyectos prioritarios del nuevo gobierno.
A diferencia de la administración pasada en el que los proyectos económicos eran inerciales, es decir, con muy pocas modificaciones al gasto público, es probable que haya cambios sustanciales en el primer armado presupuestal de la nueva administración, advierte Juan Villarreal Paez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.
Para destinar recursos a los ambiciosos planes de AMLO, entre programas de apoyo a poblaciones vulnerables y proyectos de infraestructura, será necesario reducir el gasto corriente, así como en rubros en donde se detectaron derroche y desaparecer programas sociales que no reportaban beneficios claros.
Sin embargo, el reacomodo del gasto no será una tarea sencilla toda vez que ya existe un espacio fiscal muy reducido.
“El dinero disponible para el gobierno ya es muy poco, pero además de este espacio fiscal reducido hubo cosas que todavía hicieron que los recursos fueran más pequeños. Una la reducción de impuestos en la frontera norte y dos todo el problema del aeropuerto, porque pega en el aumento del servicio de deuda, las tazas de los bonos mexicanos empeoraron y por cubrir una serie de indemnizaciones”, apuntó el especialista.
En ese sentido señala que no será una sorpresa que se recorten alrededor de 200 programas del gobierno federal que existen actualmente, para dar espacio a los gastos que planea ejecutar la nueva administración.
Cabe destacar que alrededor de 85 y 90% de los recursos del presupuesto son gastos comprometidos que se destinan a pensiones, servicio de deuda, participaciones estatales, servicios y sueldos básicos para salud y educación, lo que deja un espacio de reasignación reducido.
“Va a ser muy difícil que tengan recursos para cumplir con varias de las promesas hechas en campaña. Con combate a la corrupción se pueden ganar recursos, mejorando la administración tributaria también, pero todo ese espacio fiscal que va s abrir te los va a comer en otras cosas, entonces antes de una reforma fiscal a fondo no va haber recursos para muchos programas”, advirtió el especialista.
Más gasto público e inversión, la clave
Tomando en cuenta la situación económica del país y las prioridades establecidas por López Obrador para el gobierno que encabezará, será vital observar un aumento destacado a la inversión pública, advierte José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.
Desde la perspectiva del especialista el Presupuesto de 2019 se integrará con el objetivo de destinar de forma prioritaria gasto a proyectos de infraestructura como la construcción del Tren Maya, la construcción de una refinería en dos Bocas, Veracruz y la construcción de 300 caminos rurales, entre otros proyectos.
Al incrementar la inversión y gasto público se marca un impacto positivo para el crecimiento económico del país, pero los grandes proyectos de infraestructura de AMLO no serán suficientes para marcar un incremento a este gasto que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto fue muy castigado, advierte De la Cruz.
En ese sentido también se espera que se destinen recursos a proyectos de comunicaciones y transportes, vivienda, energéticos y sobre todo privilegiar el contenido de infraestructura nacional. Continuar leyendo […]
