Por: Francisco Suárez Dávila | Publicado en El Universal.
Este riesgo de “error histórico” obedece a la intención declarada del futuro gobierno de fusionar Bancomext con Nafin y nombrar un director para ambas instituciones. Un artificio ilegal.
Este desatino, que desaparecería una institución fundamental para nuestro desarrollo, ya se había intentado en idéntica forma por los gobiernos panistas de Fox y Calderón en 2004 y 2009. Como la fusión fue rechazada por un Punto de Acuerdo del 2004 de La Comisión Permanente, “que rechaza la iniciativa del gobierno anunciada para fusionar o liquidar a Bancomext por ser una resolución inadecuada que lesiona aún más la capacidad del Estado mexicano para apoyar el desarrollo equitativo del país”. Entonces se hizo por la “trastienda” nombrando a un director para las dos y amputándole la promoción comercial creando Promexico. Eso ha significado un costo, porque las utilidades del Banco alcanzaban para hacer dicha promoción.
En esta campaña de defensa del Banco jugó un papel prominente la entonces senadora Polevnsky. La cita del “banquicidio” es del gran economista latinoamericano Enrique Iglesias, “que condenaba el cierre de bancos de desarrollo” en un foro de análisis, coordinado por la propia senadora.
Después de un periodo “negro” para las dos instituciones “Nacional Factoraje” y el “esqueleto” de Bancomext, en 2013 se resucitó al banco con los apoyos necesarios y nombrando a directores de gran nivel: Enrique de la Madrid, Díaz de León y Francisco González. Continuar leyendo […]