México: atrapado por su pasado

Por: José Luis de la Cruz | Publicado en: El Sol de México.

La promesa de crecimiento económico no llegó, el 5% plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo fue inalcanzable, a pesar de la aprobación de las reformas estructurales. Al final, el recuento de logros del Sexto Informe de Gobierno no corresponde con la herencia de bajo crecimiento económico.

La baja productividad de la economía, el incremento de la inflación y la deuda terminaron por demostrar que el modelo mexicano se encuentra fuera de los parámetros que distinguen a las naciones del Pacífico asiático, que mantienen el liderazgo de crecimiento económico global.

Al igual que en otras épocas se debe recurrir al exterior para minimizar lo que debería ser una señal de alerta: que México tiene un mejor desempeño que otros países latinoamericanos que enfrentan una profunda crisis.

Gracias a la debacle de Venezuela y Argentina, o la convulsa realidad política de Brasil, en México se plantea que 2.5% de crecimiento es bueno. De lado se deja que la economía se encuentra en franca desaceleración y que se ha roto la sincronía con el ciclo industrial de Estados Unidos. Por otro lado se tiene a la renegociación del TLCAN. La “modernización” del acuerdo tropezó con la posición de Canadá: su gobierno conoce que no puede enviar un mensaje de subordinación a las condiciones impuestas en el arreglo entre Estados Unidos y México.

Si bien las principales provincias de Canadá dependen del comercio internacional con Estados Unidos, la obsesión del presidente Trump por mostrar su posición dominante sobre Trudeau provocó que los canadienses prefieran extender la negociación para reducir el margen de tiempo que tiene el gobierno norteamericano para sacar adelante la renegociación.

Canadá conoce de las presiones que el Congreso de Estados Unidos puede poner sobre la aprobación de una acuerdo si no es trilateral. De igual forma sabe que los sectores afectados seguirán en la búsqueda de aminorar los cambios al TLCAN, principalmente el automotriz.

Todo el proceso podría, en el extremo, llevar a que el acuerdo entre México y Estados Unidos pueda ver la luz hasta fines del 2019 o 2020. En la parte positiva, si Canadá acepta estaría aprobado por los congresos y listo para la mitad del próximo año.

Lo descrito no es una buena noticia para la economía mexicana, la desaceleración provocará que el segundo semestre de 2018 arroje un crecimiento que no exceda 1.7%. Además, los ajustes que ha sufrido el presupuesto han frenado la inversión pública y aún el gasto operativo.

El desafío para el próximo gobierno mexicano será evitar que la desaceleración se prolongue en medio de una redefinición de la relación económica en América del Norte. Esto último no se logrará bajo la lógica del modelo económico actual, sólo cambios profundos en la política industrial, banca de desarrollo, inversión pública, regulación, seguridad y costos de energéticos permitirán evitar que 2019 sea la extensión de una historia que ya conocemos.

El desafío para el próximo gobierno será evitar que la desaceleración se prolongue en medio de una redefinición de la relación en América del Norte. Fuente […]

Se permite el uso, distribución y difusión del contenido publicado en IDIC.mx toda vez que se cite la fuente, se vincule al artículo en nuestro sitio web y se mantenga la intención del contenido. En caso de que no sea de autoría del IDIC A.C. se deberá consultar con el autor original.