Desigualdad y pobreza en los municipios mexicanos

La Crónica de Chihuaha

Revista Buzos | Martín Morales.

En los dos mil 456 municipios de la República Mexicana, desde 1992, se evidencia que el crecimiento de la actividad económica no ha generado desarrollo social, pues más del 50 por ciento de las comunidades permanece en la desigualdad y la pobreza.

Esta situación general se refleja claramente en los resultados de una investigación realizada por el Centro de Estudios sobre el Desarrollo Económico Local (Cedel) de Sinaloa, que en diciembre de 2017 descubrió que en Culiacán, Mazatlán, Ahome y Guasave, los cuatro municipios que, en conjunto, generaban el 83 por ciento del producto interno bruto (PIB) del estado, albergaban al mismo tiempo el 70 por ciento de la población pobre de la entidad.

Desigualdad y pobreza siguen desplegándose por el territorio nacional, independientemente de que se trate del norte o del sur. Si se comparan los estados y municipios del norte, con mayor desarrollo, con los del sur, históricamente marginados, puede verse claramente la desigualdad regional; pero también se agudiza de manera intrarregional en el norte, entre estados y aun de forma interestatal en entidades con evidente potencial económico y municipios con altos niveles de pobreza o con alto crecimiento económico que albergan a una mayoría de habitantes pobres.

Los datos oficiales del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicado a inicios de 2018, revelan un panorama nacional con crecimiento económico desigual en dos mil 456 municipios con altos indicadores de pobreza y desigualdad en las 32 entidades.

Los datos del Cedel indican que en los estados de México, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla, donde vive la tercera parte de la población mexicana, se concentra el 45 por ciento de los pobres de México. En el caso de Chiapas, el 77 por ciento de sus 124 municipios vive en pobreza; en Oaxaca, el 70 por ciento de sus 570 municipios; en Guerrero, el 64 por ciento de los 81 municipios; en Veracruz, el 62 por ciento de los 212 ayuntamientos; en Puebla, el 59.4 por ciento de sus 217 ayuntamientos; en Sinaloa, 11 de los 18 municipios, con un promedio del 50 por ciento de la población, viven en situación de pobreza, aunque en Cosalá el porcentaje sea del 70 por ciento y en Choix y Badiraguato la situación sea más dramática, pues 80 por ciento de los pobladores se encuentra en pobreza extrema.

La causa de este fenómeno se encuentra en la política económica aplicada desde los años 80 del siglo XX, enfocada a concentrar la riqueza en pocas manos y a descobijar al resto de la población, resultados que se dejan ver en análisis del Inegi del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), y en investigaciones especializadas de centros de estudio como El Colegio de México (Colmex), la organización no gubernamental Oxfam y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En su estudio La distribución y desigualdad de los activos financieros y no financieros en México, la Cepal expone: “En 2014, la riqueza total de México ascendió a 76.7 billones de pesos.

El 37 por ciento de ella estaba en manos de los hogares; el gobierno administraba el 23 por ciento, las empresas privadas el 19, las empresas públicas el nueve, el resto poseía el siete por ciento y las instituciones financieras el cinco.

En promedio, cada hogar tendría, si hubiera una distribución equitativa, 900 mil pesos en activos físicos y financieros, monto que sería más que suficiente para que las personas tuvieran una vida holgada. Sin embargo, la repartición era muy desigual.

“Dos terceras partes de la riqueza está en manos del 10 por ciento más rico del país y el uno por ciento de los muy ricos acaparan más de un tercio. La distribución es todavía más desigual en los activos financieros: el 80 por ciento es propiedad del 10 por ciento más rico”, dice el análisis publicado el año pasado.

El doctor José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C., dijo a buzos: “Es evidente que aun en estados con mayores ingresos per cápita hay municipios que tienen mucha pobreza.

La inequidad está presente, lamentablemente, en todo el territorio nacional, en entidades de altos ingresos o no, y lo que pasa es que el bajo crecimiento económico, la informalidad y la precariedad, están exacerbando la inequidad, y ésta viene incrementándose desde la crisis 1994-1995 y se ha ampliado la brecha entre los que tienen mayores y los que tienen menores ingresos”.

Desde la perspectiva del doctor, existe una precarización laboral en la que el gasto social, es decir los programas gubernamentales de apoyo, no alcanzan a subsanar los problemas sociales.

Los especialistas en el problema de la desigualdad y la pobreza coinciden en que para superarlas es fundamental el fomento del trabajo remunerado. Se ha insistido en que contar con un trabajo es el medio para superar la pobreza. Sin embargo, en un reporte sobre desigualdad divulgado en enero pasado, la Oxfam reveló haber observado una agudización del problema de personas que siguen siendo pobres pese a haber encontrado un empleo.

“Es el problema de la precarización del empleo; se crean empleos, pero con bajo nivel salarial; entonces se presenta este fenómeno, de que hay pobreza aun teniendo un ingreso. Evidentemente, si no hubiera ese ingreso precario, la pobreza sería peor; pero es un hecho que desde 2006 la precarización del empleo se ha elevado”, agregó el especialista. Continuar leyendo […]

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