Desafíos estructurales y globales. Tendencias de la economía mexicana

La Voz de la Industria Vol. 6 N° 117.

La industria mexicana deberá enfrentar nuevos desafíos globales e internos que le imponen la elaboración de una estrategia de política económica y de colaboración público-privada-académica no observada durante las últimas décadas.

El desafío externo va más allá de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que impulsó el presidente de Estados Unidos. Hoy la guerra comercial entre China y la primera potencia del mundo tiene a la manufactura en el centro del debate. Para el gobierno de Donald Trump, China afecta no solo la fabricación de productos e insumos industriales, también se ha apropiado, de manera inapropiada, del avance tecnológico implícito al sector de la manufactura. Para combatirlo ha iniciado una guerra arancelaria la cual ha encontrado una respuesta por parte del gigante asiático.

El gobierno chino no ha dudado en responder con medidas similares: aranceles a productos de origen norteamericano. Si bien China lo ha hecho en menor cuantía, el mensaje es claro: no cederá ante la presión norteamericana.

En dicho contexto la Organización Mundial de Comercio (OMC) ha permanecido con bajo perfil: las dos naciones más poderosas del orbe han decidido actuar de manera directa y la OMC no tiene la capacidad para frenar dicho ímpetu y actuar como negociadora.

Sin lugar a dudas que esto tendrá repercusiones en el marco institucional que regula el comercio internacional: representa el fin de la luna de miel del libre comercio, Estados Unidos y China ha decidido actuar en función de su interés nacional.

Lo descrito no debe ser una sorpresa, Estados Unidos ya lo había anunciado en la agenda 2017 de la Oficina del Representante Comercial: su interés era defender los intereses de Estados Unidos. De igual forma es parte estructural de la visión tanto del presidente Trump como de sus principales asesores económicos.

Por su parte, China ha instrumentado una política industrial de carácter nacional que aprovecha la globalización en su beneficio. El proyecto Hecho en China 2015 refleja claramente su objetivo central: elevar el contenido nacional del 40% al 70% es industrias estratégicas al mismo tiempo que lo hace con tecnología avanzada propia. El objetivo de 50% para el sector automotriz de Donald Trump parece modesto frente a lo planteado por China.

Por otro lado, se tiene al conocido como TPP-11, un acuerdo que sin Estados Unidos tiene pocas ventajas para México. El principal socio comercial de los países asiáticos involucrados en el TPP, salvo Japón, es China. La razón no se encuentra en el monto económico entre dichos países, también radica en la profunda integración industrial que han alcanzado y que seguirá avanzando bajo el proyecto One Belt, One Road, un ambicioso proceso de integración que supera a la visión comercial de los años ochenta y noventa que prevalece en los países occidentales y bajo los cuales se ha negociado el TPP-11 y se renegocia el TPP-11.

Si México no instrumenta una política industrial que eleve la capacidad productiva de las empresas nacionales, que sea globalmente competitiva y que tenga al progreso tecnológico como columna vertebral, difícilmente podrá enfrentar exitosamente la conformación de regiones industriales que se están generando en Asia y los cambios operados en Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña e India.

Al mismo tiempo México debe considerar la agenda industrial interna: se debe detener la caída en la inversión física del sector público, ello frena la modernización y construcción de nueva infraestructura. De igual forma es imprescindible que se revierta el deterioro del sector energético en materia de producción de petróleo y gas, dos de los productos que mayor impacto positivo tienen sobre la industria en general.

De igual forma es fundamental potenciar el contenido nacional de las exportaciones de las manufacturas y el encadenamiento productivo del sector: ello se traduce en mayor valor agregado y por tanto en crecimiento económico.

Hoy las tendencias de la manufactura indican una desaceleración que en parte es atribuible a la ruptura de la sincronía existente entre los ciclos de Estados Unidos y México en dicho sector.

Solo el Fortalecimiento Globalmente Productivo y Competitivo del Mercado Interno puede solventar las limitantes que ha generado la ausencia de una política industrial. El fortalecimiento de la base empresarial industrial es fundamental para enfrentar exitosamente el TLCAN, TPP-11, la guerra comercial y los cambios que se están gestando en la arquitectura del comercio internacional.Continuar leyendo […]

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VozIndustria 20180413 Vol 06 Num 117 – Desafios estructurales y globales. Tendencias de la economia febrero v1

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