Jesús Alberto Cano Vélez.-
El proyecto más importante de telecomunicaciones de México -la Red Compartida– está a punto de nacer como red regional, lo aseguró Bernardo Sepúlveda Amor, ex diplomático mexicano y ahora presidente del Consejo de Administración de Altán Redes, quien dijo que dicha red permitirá mitigar problemas endémicos de México, como la inequidad y la desigualdad.
“Altán Redes debe contribuir para que se dé cumplimiento al mandato constitucional y que 70 por ciento de los hogares y 85 por ciento de las empresas, estén conectadas vía internet en todo el país, subrayó Eugenio Galdón, vicepresidente ejecutivo de la empresa Altán Redes, misma que arrancó las operaciones de la Red Compartida en todo el país.
“Dicha red debe contribuir al cumplimiento del mandato constitucional para que los hogares y las empresas estén conectadas al internet”, subrayó Galdón. Por su lado, Edgar Olvera, subsecretario de comunicaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dijo que el arranque de la red “será un hito histórico para las telecomunicaciones del país”.
Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, aseguró que “la Red Compartida impulsará la revolución digital al ampliar la conectividad en zonas remotas y el presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, comentó que esta red es un paso importante en la conectividad que todos queremos”.
La Red Compartida llegará a 92.2 por ciento de cobertura poblacional en 2024, si bien con la infraestructura existente en todo el país las comunicaciones eléctricas se darían muy pronto y si tuviéramos actualmente ese nivel de conectividad, México se ubicaría en tercer lugar a escala global en cobertura, solo por debajo de Corea del Sur y Japón.
En tanto, Mario de la Cruz Sarabia, presidente de la CANIETI (Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información) , celebró que Altán Redesforme parte de la Cámara, y destacó que el costo del espectro en telecomunicaciones no debe servir como mecanismo recaudatorio.
Por su parte, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, aumentó su tasa de referencia en un rango que va de 1.50 a 1.75, en la semana que concluye, y hará otras dos alzas de réditos durante 2018. Su objetivo es reducir la inflación. Así, su política monetaria ha cambiado en los últimos años, después de su orientación expansionaria, bajo la dirección de Janet Yellen; ahora sigue una tendencia restrictiva.
La decisión fue tomada por unanimidad y se convierte la primera en la que participa Jerome Powell como presidente de la FED, y la sexta que dirige el Comité, desde que inició el proceso de la normalización de tasas en diciembre del 2015. Pero aun así, esa política “se mantiene en una posición acomodaticia para sostener el retorno al objetivo de inflación de 2 por ciento”.
Sin embargo, de acuerdo con sus previsiones, reflejadas en este ejercicio proyectado, el rédito de EE. UU, podrá llegar a 3.4 por ciento. Esa estrategia muestra que es el resultado de una encuesta entre los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), para divulgar señales de cómo ven el rumbo de la economía, la inflación y el mercado laboral, determinantes para los próximos movimientos de tasas.
Analistas de Oxford Economics, advirtieron que con los estímulos fiscales aplicados por aquel gobierno, en este año y el próximo, generarían presiones inflacionarias que podrían motivar a la FED, a acelerar su subida de tasas, pero los miembros del Comité solo proyectan dos alzas más en 2018.
