Forbes | Por: Arturo Solís.
La guerra comercial de Donald Trump ha dirigido sus ataques a la industria del acero y aluminio. Estados Unidos anunció aranceles de importación de 25% y 10% a estos commodities, respectivamente. ¿La sorpresa? México y Canadá quedaron fuera, por el momento, del conflicto.
Nuestro país gana dos cosas con la exención de Donald Trump: tiempo para mejorar la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y una mejor defensa del sector.
“Se evita una afectación a la industria siderúrgica, sobre todo aquella que no está vinculada con el sector automotriz y que, por lo tanto, no tiene nada que ver con esta guerra comercial que tiene Donald Trump con otros países. Además, se permite que México pueda establecer una mejor defensa del sector, es decir, que no representa un riesgo para Estados Unidos”, explica en entrevista [José] Luis De la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC).
Las letras chiquitas de la excepción comercial es que será permanente solo si hay un resultado favorable para Estados Unidos. Continuar leyendo […]