Estados ya no apuestan por emisiones bursátiles

Fuente: El Economista

El Economista | Mariana Álvarez Madrid.

La falta de grandes proyectos de inversión y la Ley de Disciplina Financiera son los principales factores que ocasionaron que las entidades, municipios y entes públicos dejaran de adquirir obligaciones de tipo emisión bursátil desde diciembre del 2013, señalaron especialistas.

De hecho, en el Registro Público Único de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) solamente se presentan las actualizaciones de sus saldos y ninguna inscripción nueva.

En México, los estados y municipios tienen diversas opciones para endeudarse, los que presentan bajos niveles de deuda resultan acreedores por la banca de desarrollo, es decir, por aquellas instituciones que tienen como misión impulsar proyectos productivos; mientras los que se encuentran en una situación moderada o intermedia solicitan financiamientos de la banca comercial, la cual está dirigida a particulares y empresas, principalmente.

Así lo explicó Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), quien además abundó que en los casos donde el endeudamiento sobrepasa los umbrales de estabilidad se recurre a la emisión bursátil a través de un proyecto fijado por determinado tiempo y cantidad de capitalización, aunque este tipo de obligación implica una tasa de interés más alta.

Las emisiones bursátiles, agregó, pertenecen a tenedores o inversionistas dispuestos a hacer un préstamo destinado a proyectos productivos, en gran medida, de inversión pública como se observa en el listado de financiamientos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con fechas desde el 2006 hasta el 2013.

Algunos recursos de carácter bursátil se han ocupado en infraestructura carretera y de educación, indicó Meléndez Aguilar, un claro ejemplo fueron las Escuelas al Cien, para las cuales se hizo la contratación de emisiones con la garantía de que el Fondo de Aportaciones Múltiples correspondiente a varios años sería abonado.

DESGLOSE

El plazo pactado entre las entidades deudoras y los acreedores para saldar el financiamiento va desde los 15 hasta los 30 años, según el Registro Público Único. La inscripción más antigua data en mayo del 2006 por Nuevo León, misma que fue extendida a más 29 años y que a septiembre del 2017 tenía un saldo de 3,170.2 millones de pesos, cuando el monto original era de 2,676.1 millones, lo que significa que tiene cargos extra derivado de los intereses.

La última emisión se contrató en diciembre del 2013 y correspondió a Oaxaca, por un monto de 1,200.0 millones de pesos y un plazo de 15 años; el saldo al noveno mes rondó los 1,087.6 millones.

En total se inscribieron 406 obligaciones bursátiles por parte de cinco estados en el periodo de análisis, que ascienden a  23,239.6 millones de pesos, donde Veracruz concentra 36.6%; el saldo total llegó al corte de septiembre a 23,120.7 millones.

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz Gallegos, refirió que detrás de cada entidad hay una calificación que certifica que tengan un buen manejo financiero en la parte administrativa y dependiendo de la empresa que la emita es la confianza que se deposita en el deudor.

“Una emisión bursátil es una deuda a largo plazo, esto implica que la obligación no sólo sea de la administración que la contrae, sino que se traslada a las futuras y si el proyecto no llega a tener el éxito planeado, puede representar un compromiso”, dijo. Continuar leyendo […]

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