Recursos a estados caen por primera vez desde el 2009

El Economista

El Economista | Mariana Álvarez M.

El gasto federalizado, que es la transferencias de recursos a los entidades y municipios, acumuló un monto de 1.8 billones de pesos durante el 2017, cifra que representó una disminución anual de 1.1%, en términos reales, la primera caída desde el 2009 (9.0%); además, a partir del 2013 comenzó a dibujarse una pendiente negativa.

Dicho retroceso derivó del comportamiento de sus componentes: -32.7% en convenios de reasignación; -13.5% en provisiones salariales y económicas y otros subsidios; -11.6% en convenios de descentralización; -8.5% en recursos para protección social en salud; -1.3% en aportaciones (Ramo 33), y un crecimiento de 5.0% en participaciones (Ramo 28), de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y crédito Público (SHCP).

Las participaciones y las aportaciones representaron 81.3% del gasto federalizado. El primer ramo forma parte del gasto no programable y depende de la dinámica de la Recaudación Federal Participable (RFP), que indirectamente se relaciona con la actividad económica y petrolera. Estos recursos no están etiquetados, por lo que no ostentan un destino específico en el gasto de los estados y municipios, es decir, un ejercicio libre por parte de los gobiernos locales.

El segundo es parte del gasto programable, cuya asignación es independiente de la evolución de la RFP o de cualquier otra variable y está condicionada a resolver las problemáticas que se deriven de necesidades en materia de educación, salud, infraestructura social, seguridad pública y el fortalecimiento financiero.

Las participaciones reportaron incrementos anuales reales en ocho de 13 fondos que lo componen. Las mayores variaciones fueron de 29.4% en Incentivos Económicos, 12.3% en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, 7.4% en el Impuesto sobre Automóviles Nuevos y 5.1% en Fiscalización.

Mientras Tenencia (82.2%), derecho adicional sobre la extracción de petróleo (28.0%) y la extracción de hidrocarburos (23.1%) obtuvieron fuertes contracciones, en primera instancia porque varias entidades ya no aplican este tipo de impuestos locales, ya que se observa una baja producción petrolera y de hidrocarburos.

José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), indicó que la caída del gasto federalizado es correspondiente con los ajustes fiscales que se hicieron y con la política de austeridad que se implementó durante el 2017.

“A pesar de contar con ingresos adicionales, propiamente el hecho de que se haya buscado hacer una reducción en el gasto afectó este presupuesto”, dijo.

De la Cruz Gallegos explicó que las participaciones están vinculadas a los ingresos excedentes del petróleo, es decir, en el momento que su precio promedio superó al presupuestado, se favoreció a las entidades con que recibieran mayores recursos.

Por otro lado, aseveró, ocurre lo mismo con la recaudación de ciertos impuestos que están bajo el control de la Federación, pero al final son parte de la actividad económica estatal, entonces eso permitió que pese al recorte del gasto público, los ingresos federalizados del Ramo 28 no se vieran afectados.

El director del Idic expuso que la Ley de Coordinación Fiscal admite que los ingresos excedentes se regresen a los estados, de ello dependió que se observara una tasa positiva en dicho rubro. Continuar leyendo […]

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