
La Jornada | Por: Carlos Fernández-Vega
México SA
(…) Por otro lado, en su más reciente reporte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) advierte que «la economía mexicana sigue en la ruta de la desaceleración; los resultados de la inversión y de la confianza empresarial lo confirman. Se debe tener claridad: México enfrenta un problema que no solamente se restringe a la volatilidad del tipo de cambio, el precio del petróleo y la parte del sistema financiero más especulativo, sino que la actividad productiva también señala el avance de factores que anuncian una mayor desaceleración de la economía».
La inversión y confianza representan dos caras de la misma moneda: si se pierde esta última, los empresarios moderan los flujos de capital que destinan a los sectores productivos y como resultado se tiene una ralentización del crecimiento económico y la generación del empleo. «La inversión es esencial para renovar la infraestructura, maquinaria y equipo, cimientos de la productividad y la competitividad. Para una nación es estratégico mantener los flujos de inversión; un retroceso implica correr el riesgo de ser desplazados por la competencia global. Cuando la confianza disminuye se pierde uno de los fundamentos que impulsan al emprendimiento y con ello a la inversión». Continuar leyendo […]