¿La coyuntura rebasa a las reformas estructurales?

La Voz de la Industria Vol. 3 N°46.

Introducción

La actividad productiva de México muestra la complejidad de la coyuntura por la que atraviesa. Si bien Estados Unidos ha exhibido un crecimiento más robusto que el resto de las naciones desarrolladas, y en principio eso debería impulsar a la planta productiva mexicana, la realidad muestra que la desaceleración sigue avanzando en nuestro país.
La causa principal radica en que la inversión fija residencial norteamericana se contrae, limitando con ello el avance del sector industrial. Dicho efecto llega a México en forma de una ralentización de la producción y exportación de sus manufacturas. El sector automotriz, aquel que fue pilar de crecimiento industrial durante el primer semestre del 2015 ha comenzado a exhibir un desempeño más modesto.

En poco ayuda la volatilidad e incertidumbre asociada al tipo de cambio. Prácticamente todas las semanas se tienen eventos externos que llevan a una mayor depreciación del peso, el más reciente la medida devaluatoria anunciada por las autoridades monetarias de China. Con ello el país asiático intenta impulsar sus exportaciones, a costa de incrementar la competitividad de las mismas mediante la manipulación del tipo de cambio.

Por el contrario en México se intenta evitar una depreciación mayor, inyectado cantidades millonarias de dólares a un mercado cambiario que vive una creciente especulación. El problema de fondo es que esto exacerba la especulación e incertidumbre sobre cuál será el rumbo de la paridad del peso frente al dólar así como de cuáles serán las consecuencias de la mayor competencia de China.

De momento los efectos directos de la volatilidad se han trasladado hacia menores precios del petróleo y presiones en los costos de producción para las empresas que dependen de insumos, bienes y servicios importados. Cuando la depreciación supera el 25% en un año deben esperarse efectos en la economía, eso es algo que debe contemplarse en las semanas por venir.

Hasta el momento las empresas en México no han trasladado la depreciación del peso al consumidor final, sin embargo es una posibilidad que no puede soslayarse. Lamentablemente eso llega en un momento en el que se profundiza la desaceleración industrial. Hasta el mes de junio, el entorno económico se complica y la actividad productiva industrial no muestra un mejor desempeño.

Además debe resaltarse que esto no es un problema aislado de la economía mexicana, también el ciclo industrial de Estados Unidos y de toda la actividad productiva de Canadá muestran que el menor ritmo económico ha llegado a toda América del Norte.

Para el caso de México, el menor ritmo de actividad industrial se puede observar en la minería, las manufacturas, la generación de electricidad, gas y agua así como en la edificación.

Si bien dentro de las manufacturas puede observarse que aún hay nichos que muestran un buen desempeño, también es claro que esto es insuficiente para evitar que la actividad industrial pierda fuerza. El crecimiento acumulado de la industria fue de solo 1.4% durante el primer semestre, sin lugar a dudas esto tendrá repercusión sobre el PIB total, el cual corre el riesgo de no crecer más allá de un 2% en todo el año. Continuar leyendo […]

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  1. Meraki | #paraelcafé de miércoles 12 de agosto de 2015. - Meraki

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