(Opinión) El avance de la precarización laboral

El Universal

Para mejorar los ingresos aborales se requiere que las empresas vivan condiciones financieras y de seguridad pública favorables

Por José Luis de la Cruz*

El Indicador de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) continúa incrementándose, producto de la precarización del mercado laboral en México. El aumento anual de 3.7% registrado durante el cuarto trimestre de 2014 fue la consecuencia de uno de los resultados exhibidos por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE): reducción del empleo que paga bien y aumento de los que pagan poco.

La debilidad del mercado interno inherente a lo anterior es clara: pierde capacidad de consumo cuando la masa salarial disminuye. La evidencia es contundente: de acuerdo al ITLP entre el primer trimestre de 2005 y el cuarto de 2014 el indicador se ha incrementado 37% a nivel nacional.

El desequilibrio se elevó significativamente en 2008, cuando el preámbulo de la crisis económica comenzó a afectar al mercado laboral de las grandes ciudades. La contracción del PIB en 2009 dejó una inercia de precarización que se asoció con los problemas estructurales de la economía nacional: ya no solo se trataba de la insuficiente generación de empleo, particularmente en la zona rural, la debilidad se había trasladado a entidades federales que cuentan con el mayor acervo de infraestructura y capital humano, Distrito Federal y Nuevo León.

El crecimiento económico contabilizado a partir de 2010 no ha sido suficiente para contrarrestar la tendencia al alza del ITLP, tampoco la reforma laboral. En realidad el grupo de reformas no ha restringido el avance de las condiciones de precariedad laboral, mostrando con ello que su solución requiere de medidas complementarias de política económica que atiendan puntualmente este aspecto.

La recuperación del mercado laboral debe ser una prioridad, la mejor muestra de ello la presenta Estados Unidos. El objetivo central del presidente Obama fue la aplicación de un programa económico emergente que se ha centrado en la creación de empleo en su propio país, a través de un ambicioso programa de reindustralización y de fortalecimiento de su mercado interno, con ello la economía estadounidense ha logrado que su tasa de desempleo converja a los valores que tenía previo a la crisis.

Dicha estrategia permitió que durante 2014 el consumo personal fuera uno de los pilares de su crecimiento, demostrando con ello que ningún país puede olvidar el desarrollo de las fuentes internas de desarrollo económico. Así lo muestran también los casos de Alemania y Corea del Sur. En México esa tarea sigue pendiente.

En el caso de México, y de acuerdo a la información del Coneval, la caída del Ingreso Laboral Per cápita (ILP) es la principal causa del retroceso del mercado interno: al cierre de 2014 el indicador expresado en términos reales retrocedió 28% respecto al máximo registrado en el tercer trimestre de 2006, cuando alcanzó su máximo nivel. La contracción del ILP es mayor cuando la comparación se realiza en base a los precios de la canasta alimentaria básica 39%. En ambos casos la tendencia descrita se acentúo entre el último trimestre de 2013 y el correspondiente de 2014: 6.3% y 8.0% respectivamente.

Por tanto, mejorar los ingresos laborales es uno de los aspectos centrales a resolver en nuestro país, pero para que ello suceda se requiere que las empresas vivan condiciones financieras y de seguridad pública favorables. En ello lograr mayores niveles de crecimiento económico es fundamental.

Sin embargo hay un aspecto adicional que se ha olvidado. De acuerdo al Inegi, la productividad laboral se incrementó durante los primeros tres trimestres de 2014, sin embargo el ILP disminuyó, es decir los modestos beneficios de la productividad no llegaron a los salarios, justamente lo que debería estar resuelto con la reforma laboral.

Uno de los desafíos de la actual administración, además de lograr mayor crecimiento económico, se encuentra en lograr la aplicación de las reformas que se aprobaron en los primeros años de su gestión.

*Director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico

Fuente: El Universal Impreso, lunes 2 de marzo de 2015

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