Ante incertidumbre en ingresos piden que gobierno revise políticas de gasto

La eficacia del gasto y la deuda deben invitar a una profunda reflexión, instó el Instituto para el Desarrollo Institucional y el Crecimiento Económico. Arena Pública

El actual entorno de escaso crecimiento y la caída en los precios del petróleo obliga a revisar la eficacia del gasto de gobierno y la contratación de deuda, alertó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C. (Idic).

De acuerdo con datos históricos del Presupuesto de Egresos y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del 2003 al 2013 el presupuesto federal creció de forma real en 71.6%. En el mismo periodo el Producto Interno Bruto (PIB) creció a un ritmo mucho menor, en 29.7%.

El Instituto apuntó que desde el gobierno se ha privilegiado el gasto, pero no así su eficacia, lo cual debe cambiar si se quiere hacer de México un país con un crecimiento elevado y sostenido.

En un análisis titulado “2015, la lucha contra la historia: ¿reformar para crecer?”, explicó que la contracción de los precios del petróleo —de alrededor del 50% desde mediados de junio del 2014— exige una reestructuración de la hacienda pública para 2016.

De acuerdo al último estimado de Banamex Citi, el gobierno federal deberá de recortar en el peor de los escenarios 52 mil millones de pesos en su gasto durante 2016.

Por lo pronto, según ha trascendido, se espera que este miércoles el secretario de Hacienda y Crédito Público anuncie recortes importantes al gasto corriente de 2015 como respuesta directa a la caída en los precios petroleros.

Ya que el dinero aportado por las coberturas petroleros se dará hasta que se tenga certeza plena de que el precio del petróleo no llegará a los 76.4  dólares el barril este 2015 el gobierno está obligado a la mesura en la primera mitad del año.

“El bono petrolero fue desperdiciado, durante los 10 años previos existieron ingresos excedentes que superaron los 100 mil millones de dólares, los cuales no fueron direccionados a proyectos productivos. Lo que ocurrió fue paradójico, se tuvieron ingresos adicionales y al mismo tiempo aumentó la deuda pública pero la economía no creció vigorosamente, solamente lo hizo la pobreza”, refirió el Instituto.

El importante crecimiento del endeudamiento en fechas recientes no está ayudando.

En los primeros dos años de gobierno de Enrique Peña Nieto el débito se elevó 7 puntos como proporción del PIB. Esto fue —explicó el Idic— pensando en que las reformas estructurales potenciarían el crecimiento del país hasta 5%, “algo que no ocurrirá”.

El instituto comentó que en un país como México el endeudamiento solamente es justificable cuando genera rendimientos en términos de crecimiento económico, de otra forma se convertirá —dijo— en una carga financiera.

En este escenario se debe tener presente que el gasto púbico se había contemplado como el motor del crecimiento económico de México. Los resultados en materia de crecimiento económico permiten plantear dudas razonables sobre la eficacia de las medidas adoptadas, dijo.

“El gasto público no fue el factor de crecimiento que se esperaba, simplemente porque no tiene el mismo perfil productivo que la inversión privada, no va a los mismos sectores ni tiene una incidencia directa en la generación de empleo.

“El escenario para los siguientes años precisa de nuevas estrategias, las derivadas del pensamiento económico prevaleciente hace tres décadas ya han caducado”, finalizó el Idic.

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