México, D.F. 19 ene (La Jornada).- La juventud debería ser sinónimo de oportunidad, expectativas de largo alcance y del desarrollo pleno del potencial intelectual y físico.
Lo anterior se desprende de un informe del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE); sin embargo, la realidad laboral para este sector de la población se caracteriza por la incertidumbre y la ausencia de oportunidades.
Debido a la poca capacitación, la insuficiente preparación educativa y la inexperiencia laboral, así como a la urgente necesidad de integrarse al mercado para contribuir al ingreso familiar, los jóvenes se desenvuelven en escenarios laborales poco promisorios, caracterizados por bajos sueldos y nulas prestaciones, entre otros factores. Continuar leyendo […]