CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la “Gran Recesión”, el espectro de la deflación nunca ha terminado de irse. De hecho, nunca se ha disipado del todo ese miedo a que se origine una caída general en los precios de los productos, es decir, a que cada vez los bienes y servicios sean más baratos.
Japón ha sido, desde principios de los años noventa, paradigma de una economía sumida en una larga etapa de deflación y estancamiento, una aciaga experiencia que a toda costa los políticos y banqueros centrales del orbe tratan de evitar que se repita en otras economías del mundo. […]
Leer el artículo completo, por José Miguel Moreno