La economía de México sigue con el freno puesto. Las exportaciones del país son insuficientes para generar crecimiento económico, la razón es simple, su bajo contenido nacional. En tanto no se eleve la participación de empresas mexicanas en el proceso exportador difícilmente se podrá elevar la contribución de las exportaciones al crecimiento económico de nuestro país. Exportar importaciones no constituye la estrategia acertada para mejorar el desempeño económico.
Albert Einstein lo mencionó: no se pueden esperar resultados diferentes mientras se sigan haciendo lo mismo. Como se había comentado anteriormente México debe de cambiar para que el crecimiento sea más vigoroso.
Para el mes de agosto el Inegi volvió a poner el dedo en la llaga, el aumento anual del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) fue de solamente 1.3%, una cifra lapidaria para la prospectiva oficial de 2.7% en el 2014.
La aseveración tiene su razón de ser en la debilidad reportada en los servicios, un aumento de 1%. Dicha variación que apenas repone la tasa de natalidad del país. Con ello es evidente que el bienestar y el mercado interno siguen deprimidos.
Durante los primeros ocho meses del año el crecimiento acumulado de la economía es de 1.8%, y en lo que va del sexenio no rebasa el 1.5%. Sin lugar a dudas que el desafío por superar cada vez es mayor, particularmente cuando se observa que una de las fuentes de ingresos para el sector público se debilita: el precio del petróleo […] continuar leyendo.
El aumento del contenido nacional en las exportaciones mexicanas es necesario para que éstas generen más empleo que en la actualidad. Es correcto que no debemos continuar exportando importaciones.
Falta, por cierto, una investigación que precise el porcentaje de contenido nacional en los principales sectores de exportación.