LPO.-
La rapidez con que Andrés Manuel López Obrador confirmó a Arturo Herrera como nuevo titular de la Secretaría de Hacienda tuvo el efecto deseado: la caída que en minutos se vio en los mercados cambiario y accionario se frenó. Sin embargo, nadie evita un nuevo factor de nerviosismo entre los financieros y economistas.
Herrera cuenta con un respaldo absoluto por parte de los players del mercado, acaso con una comunicación mucho más eficaz de la que logró Urzúa. Acaso eso explique que sobre el cierre de la jornada el IPC de la Bolsa y el peso se hayan estabilizado, e incluso recuperado parte del terreno que habían perdido en los primeros minutos posteriores a la renuncia.
Al cierre de la jornada de este martes el peso terminó con una depreciación de 1.16% o 22 centavos, cotizando alrededor de 19.13 pesos por dólar y alcanzando un máximo de 19.3552 pesos, mientras que el IPC cerró con un retroceso de 1.77% o 770.43 puntos, ubicándose en 42,818.66 puntos. Por su parte, la tasa de rendimiento de los bonos M a 10 años mostró un incremento de 18 puntos base a 7.56%, como resultado de la venta de valores gubernamentales mexicanos en el mercado secundario.
En este escenario, López Obrador se vio obligado a tomar una decisión rápida que mandara el mensaje claro de que se daría continuidad a los objetivos en materia fiscal: llegar con superávit de 1% al cierre del año y no incrementar la deuda. Además, para el mandatario federal la estabilidad en el tipo de cambio es de central importancia. Cuando suele afirmar que la economía va bien, la fortaleza del peso es el primer ejemplo que sale a relucir.
De inmediato empresarios y financieros dieron su respaldo. Citibanamex afirmó que el nombramiento inspiraba confianza pues entendía al mercado. Grupo Financiero Ve por Más aseguró que Herrera «tiene características interesantes y buenas propuestas».
Moody´s destacó que se trata de un reconocido funcionario con prestigio y capacidad técnica, lo cual ayuda a mitigar las preocupaciones inmediatas. Barclays, por su parte, admitió que la relación con el hoy secretario de Hacienda ha sido mucho más cercana que con el propio Urzúa, por lo que confían en una mejor comunicación. La Coparmex también confió en que pudiera resultar un contrapeso al Gobierno.
Pero la carta con la que Urzúa se despidió no hace más que agudizar el ojo vigilante sobre las acciones de la 4T. «Es muy pronto aún para entender con claridad la reacción de los mercados, sin embargo, recalcó que esta decisión, aunque sorprende, no se sale dentro de las pesimistas expectativas entre las calificadoras y otros agentes económicos», dijo en diálogo con LPO Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más.
«Esta decisión nos muestra que no existía convergencia entre Urzúa y López Obrador. Ahora deja a un cercano a él, conocido en los mercados, pero lo que habrá que observar es si efectivamente se va a continuar con los objetivos o van a empezar a ejecutor otro tipo de programas y estrategias», señaló por su parte José Luis de la Cruz, director del IDIC.
Es que esa falta de interlocución entre el hoy ex secretario de Hacienda y el presidente preocupa qué tanto pueda replicarse también en Herrera. En el mercado mientras existe una fuerte especulación sobre cuáles eran los mayores centros del conflicto. ¿La creciente deuda de Pemex? ¿La prioridad al desarrollo social? ¿El aumento del IVA en la frontera? Continuar leyendo […]
