Hecho en México, la solución

Por: José Luis de la Cruz | El Sol de México.-

La dura lección ha llegado: comprometer el crecimiento y desarrollo de México a la economía de Estados Unidos tiene un costo elevado: el país queda expuesto a las presiones externas.

Gracias al acuerdo del 7 de junio, las exportaciones mexicanas quedarán libres de aranceles. A cambio, México tendrá que reforzar su vigilancia en el sur del país para frenar la inmigración ilegal al mismo tiempo que se convertirá en el lugar de espera para los ciudadanos de naciones centroamericanas que soliciten asilo en EU.

Sin lugar a duda que los beneficios son mayores si se compara con la afectación que México habría enfrentado en caso de que se impusieran aranceles de hasta 25 por ciento. Aun así habrá un costo que pagar: el gobierno mexicano deberá establecer un enorme operativo para contener la inmigración ilegal.

A pesar del acuerdo migratorio-comercial se debe ser consiente que las presiones sobre México continuarán porque se enfrenta un cambio de época. Donald Trump instrumenta un cambio geoestratégico que tiene como objetivo recapturar parte de los procesos productivos, de innovación y financieros que salieron de su país. Hoy, como no se veía en décadas, está vigente la aseveración: “Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses”. Continuar leyendo […]

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