La Razón | Berenice Luna.
A poco menos de un año de que el presidente estadounidense, Donald Trump, impusiera aranceles a las importaciones de acero y aluminio de 25 y 10 por ciento, respectivamente, en México las afectaciones se estiman en un rango de entre 700 y mil millones de dólares, así como la caída en el crecimiento de industrias como la construcción, que ocasionó la pérdida de 90 mil empleos.
Hace un año, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), de la Cámara de Diputados, estimó que uno de los primeros efectos para esta medida, que, dicho sea de paso, fue tomada como absurda, sería el incremento en los precios de estos bienes que, de continuar exportando, y por lo cual, las compañías mexicanas tendrían un efecto un efecto en el pago de aranceles de aproximadamente mil 786.5 millones de dólares anuales.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) pronosticó una afectación de dos mil millones de dólares. De acuerdo con analistas consultados por La Razón, fue bastante positivo que se llegara a un acuerdo entre los socios comerciales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con la finalidad de que se logre ratificar por los Congresos de los tres países.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, mencionó que si bien, la merma fue importante, casi no afectó el ranking de países exportadores de este material hacia Estados Unidos, por lo que aseguró México continuó dentro de los cinco principales exportadores.
“Sin lugar a dudas hubo afectación, sobre todo para el acero. Sí se dejaron de exportar entre acero y aluminio, entre 700 y mil millones de dólares; es decir, sí hubo una afectación porque con esos aranceles perdieron la utilidad que podrían haber tenido las compañías”, destacó. Continuar leyendo […]
