Por: José Luis de la Cruz | Publicado en El Sol de México.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está atrapado por la inercia de un mercado laboral estructuralmente precarizado, producto del México informal, y de la desaceleración de la economía nacional.
Su expectativa es que los programas sociales y de empleo reviertan la precarización social y laboral.
El hecho de que las cifras publicadas por el Inegi y el IMSS vayan en otro sentido le genera conflicto: la tasa de desocupación crece al mismo tiempo que las condiciones críticas de ocupación aumentan y el IMSS reporta una tendencia a la baja en su registro de trabajadores.
La reacción del Ejecutivo ha sido cuestionar a dichas instituciones: “Tengo información que hay más oportunidades de trabajo en la actualidad, no se mide porque no todo lo está registrando el Seguro Social…. A ver, quiero ver la cifra, son 500 mil jóvenes, jóvenes, que están en el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, 500 mil”.
Dado que el Inegi y el IMSS generan estadísticas utilizadas diariamente para crear las políticas públicas oficiales, alimentan sus modelos de pronóstico, simulación y evaluación, es oportuno considerar por qué las estrategias citadas por el Presidente no reducen la tasa de desocupación y de precarización laboral. Continuar leyendo […]