La caravana hondureña: migración forzada. El reto para México

Por: Mauricio de María y Campos | Publicado en El Financiero.

Hace un mes, el 13 octubre, salió de Honduras rumbo a los EUA, la caravana de migrantes -2000 en un principio- a la cual se fueron sumando más hondureños y otros de países vecinos hasta llegar a más de 7 mil. Desde que pasaron la frontera guatemalteca y empezaron a saltar el Suchiate me quedó claro que se trataba de un fenómeno nuevo con raíces viejas, que iba a exigir de México una respuesta distinta, de fondo, más allá de la reacciones de corto plazo.

Las migraciones de centroamericanos “ilegales” a los EUA vía México, buscando empleo, mejores salarios y un mayor bienestar social -el sueño americano- son una vieja historia; pero desde principios de los 90s el flujo comenzó a aumentar significativamente. Hoy se ha vuelto una bomba de tiempo.

La gran diferencia cualitativa es que ahora ocurre en masa –para protegerse mutuamente de los asaltos del crimen organizado, de las arbitrariedades y abusos de agentes migratorios y policías y otras asechanzas- con el apoyo de iglesias y organismos de la sociedad civil. Ello ha despertado la solidaridad de las poblaciones por donde van pasando pero también los resquemores típicos de habitantes locales que enfrentan sus propias carencias, problemas y desafíos.

¿Cuál es el origen de esta nueva manifestación de las migraciones?

La primera reacción de las autoridades hondureñas, fue culpar a la oposición de inducir esta caravana con fines políticos y criminales, Comentario repetido después por los diplomáticos de los EUA en Tegucigalpa. Esta explicación rechazada de inmediato por la oposición pretende tapar el sol con un dedo. “Ya quisiéramos tener los recursos para organizarla,”-me aclaró un miembro del Gobierno de Zelaya.

Un excelente análisis de Ana Ortega (Del despojo a la migración forzada, la dramática expulsión de miles de hondureños y hondureñas) publicado por la Fundación Friedrich Ebert de Alemania, pone el dedo en la llaga. La explicación se encuentra en las terribles condiciones prevalecientes de pobreza y desigualdad, inseguridad y violencia. También en las fraudulentas elecciones de noviembre de 2017, que permitieron a Juan Orlando Hernández, electo polémicamente en 2013, tras del golpe de estado a Zelaya, repetir un segundo periodo, con apoyo de los EUA y la complicidad de países latinoamericanos, a pesar de dudas europeas y de la recomendación de la OEA de repetirlas. Continuar leyendo […]

Se permite el uso, distribución y difusión del contenido publicado en IDIC.mx toda vez que se cite la fuente, se vincule al artículo en nuestro sitio web y se mantenga la intención del contenido. En caso de que no sea de autoría del IDIC A.C. se deberá consultar con el autor original.