Régimen prianista se va, se va | Obsesión por el crecimiento

México SA – Carlos Fernández-Vega | La Jornada.

A escasos 23 días de concluir el régimen prianista, el balance resulta tétrico: México cuenta con inmensa riqueza, pero altamente concentrada y con una población mayoritariamente pobre; un país donde uno por ciento de los habitantes acumula fortunas de ensueño, mientras al grueso de los mexicanos no les alcanza el ingreso, en una economía que crece no más allá de 2 por ciento para los mortales, pero que lo hace a un ritmo cuatro veces mayor para la minoría que todo lo acapara.

En los pasados 36 años el bienestar ha sido, y en qué medida, para una selecta minoría, mientras para el resto de los mexicanos los resultados están a la vista: en ese periodo, el Índice de Desarrollo Humano se hundió del escalón número 38 al 77; la corrupción creció de forma espeluznante (México es uno de los países más corruptos del mundo); el número de pobres se incrementó permanentemente; la desigualdad es abismal, y en la práctica el ingreso real de la mayoría no ha avanzado en cinco lustros, mientras los magnates marca Forbes acumulan fortunas de ensueño.

Eso y mucho más heredan seis gobiernos neoliberales al hilo, de tal suerte que la tarea para la administración entrante resulta descomunal, aunque no imposible. De allí la urgencia –advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC, del que se toman los siguientes pasajes)– de que el objetivo, como lo ha planteado el presidente electo, debe ser la obsesión por el crecimiento económico, si es que se quiere recuperar el potencial de avanzar 6 por ciento anual, o más. Continuar leyendo […]

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