México es competitivo: el fin del TLCAN no sería negativo, dicen los especialistas

Marco Trade News |  Durante esta semana y hasta el 5 de marzo se está desarrollando la VII° Ronda de la renegociación del TLCAN en la Ciudad de México. Debería ser la última pero no creen que ello ocurra.

Los plazos empiezan a agotarse y los esfuerzos por salvar al TLCAN no tienen el ritmo esperado. Los socios habían pactado siete rondas de negociaciones y este domingo comenzó la séptima y nadie cree que en ella se cierre finalmente un acuerdo. Se da por descontado que se requerirán varias rondas más, aunque las elecciones mexicanas también ponen un límite.

Si el tratado va a ser finalmente ratificado, el final de esta renegociación debería suceder antes del cambio de gobierno en México, pero las diferencias que subsisten son de fondo –como el tema de las reglas de origen en los automotores– y las presiones están a la orden.

La principal organización de agricultores de EEUU ha enviado representantes a México para defender la continuidad del TLCAN y varios gobernadores de EEUU también presionan a su Gobierno federal para favorecer el acuerdo, mientras el gobierno mexicano soporta los embates de su propia industria automotriz para no hacer ninguna concesión a EEUU.

Y queda todavía por despejar la mayor de las incógnitas: la imprevisibilidad de Trump.

Para el economista Luis de la Calle, quien participó en el diseño de este acuerdo comercial, la duda radica hoy en cuándo se cerrarán estas negociaciones: “Es poco probable que Trump lo haga (salga de la conversación), y ahora menos, porque para él tendría un costo político muy importante, le explicó a EFE. “Resulta que el TLCAN tiene más amigos en EEUU de los que se pensaba”.

En un principio, se pactaron siete rondas, pero se sobrentiende que habrá unas cuantas más. Para Larry Rubin, representante del Partido Republicano de EE.UU. en México, se llegará a nueve rondas, mientras que para Manuel Valencia, especialista en Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey, se conseguirá el acuerdo final antes de las elecciones del 1 de julio en México.

Sin embargo, para muchos especialistas, si en última instancia no se alcanzara un acuerdo, para México las consecuencias estructurales no serían graves. Tras un período de incertidumbre en el corto plazo, las cosas seguirán un rumbo de desarrollo creciente, porque –concluyen– México seguirá siendo competitivo, con o sin TLCAN.

Para José Ambe, CEO de Logística de México y Vicepresidente de la American Chamber of Commerce en México (AmCham), “las cadenas de suministro no se romperán por decreto, pues están muy integradas entre México, EEUU y Canadá. Lo que sucederá es que si se rompe el TLCAN existirá un periodo de incertidumbre, pero las empresas norteamericanas que manufacturan en el país y consumen productos nacionales lo seguirán haciendo con o sin el tratado”.

Por otra parte, en caso de que concluyera el TLCAN, México podría recurrir al sistema de la OMC y la condición de nación más favorecida (NMF), cuya premisa es que debe existir igual trato para todas las partes comerciales.

“En ese caso –explica José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) – México enfrentaría un arancel de entre 4% y 6% en la mayoría de los productos, sólo en algunos casos como la fabricación de camionetas en el país enfrentaría hasta el 25% porque EEUU lo aplica de forma estructural a todos los países. Eso implica un aumento en los aranceles que pagaría el país, aunque tampoco sería exorbitante”.

 

 

Fuente: Reuters – El Financiero – EFE

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