El Economista | Lilia González.
Sólo la oposición de las grandes empresas trasnacionales norteamericanas podrá frenar las imposiciones del presidente estadounidense Donald Trump dentro de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), luego de que se observó una postura a la defensiva por parte de Canadá y México, consideró José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
La postura de reducir el déficit comercial, la brecha salarial y el combate a la corrupción es sólo un distractor, el objetivo central es alinear a sus socios a un marco legal más cercano a los intereses del gobierno estadounidense, “no será negociación comercial, va más allá”, alertó el especialista.
De la Cruz refirió que uno de los objetivos de Estados Unidos en esta renegociación comercial es elevar el contenido de lo “hecho en América del Norte”, que implicaría disminuir las importaciones que la región realiza de otros lugares, particularmente de Asia. Aunque la decisión será producto de la estrategia de producción y comercialización de las empresas trasnacionales que han logrado alcanzar una amplia rentabilidad de acuerdo a que ubican en distintas partes del mundo sus procesos productivos. “Es con ellas con quien el gobierno de Donald Trump terminará negociando o confrontándose por el tema de contenido regional”. Fuente […]
