Reaccionar ante la presión a la industria automotriz

Despertar Oaxaca

Despertar de Oaxaca | Miguel León Garza

En un primer análisis, México tiene dos opciones para sacarle provecho a la infraestructura e instalaciones de San Luis Potosí. México es el cuarto exportador de automóviles en el mundo y el séptimo productor, esto se debe a una serie de ventajas comparativas y competitivas que lo han posicionado como un país líder en fabricación y exportación dentro del sector automotriz mundial.

Su ubicación dentro de la región de Norteamérica, la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y los acuerdos firmados con otros 44 países para eliminar los aranceles, así como la calidad de su mano de obra y una red de proveeduría existente —con costos relativamente bajos comparados con Estados Unidos—, lo llevan a una posición competitiva incomparable.

David Welch ha presentado en la versión online de Bloomberg (4 de enero de 2017) un análisis de los costos de fabricar un automóvil en Estados Unidos vs. México para su exportación y venta en Europa.

El mismo automóvil de 25 mil dólares, del mismo modelo, tendría un ahorro en costo de cuatro mil 300 dólares, cifra que incluye los siguientes rubros: ahorros en mano de obra 600 dólares, ahorros en compra de autopartes mil 500 dólares, ahorros por exenciones arancelarias dos mil 500 dólares. Ahorros totales de cuatro mil 600 dólares, a esta cifra habría que restarle 300 dólares relacionados a la logística para llegar a un neto de cuatro mil 300 dólares.

En una planta con capacidad para producir 300 mil unidades al año, como la de Ford en SLP suponiendo que estos vehículos se exportaran a los 44 países con los que México tiene acuerdos comerciales, el ahorro sería del orden de mil 290 millones de dólares (300 mil autos por 4 mil 300 dólares), este ahorro es adicional, es decir, que, con una inversión de este tipo, Ford hubiera recuperado en 18 meses su inversión si todos los coches se exportaran a Europa.

La cancelación de la inversión de Ford en San Luis Potosí es una medida que busca exposición mediática de cara a una población que ha visto afectado su nivel de vida ante el fenómeno de la globalización, en donde el sueño americano se ha desvanecido para una gran parte de la población de Norteamérica.

¿Cómo debe reaccionar México? Si a toda acción corresponde una reacción, México debe aprovechar esta decisión para convertirla en oportunidad. En un primer análisis, México tiene dos opciones para sacarle provecho a la infraestructura e instalaciones de San Luis Potosí:

1. Promover entre otras empresas globales del sector automotriz, por ejemplo Toyota o el Grupo Nissan Renault, la localización y ventajas de San Luis Potosí.

2. Convertir estas 280 hectáreas en una zona económica especial o con características similares a las que existen en otras partes del país.

Es importante desarrollar la comercialización de toda clase de productos en la frontera norte con Estados Unidos, pues la libre cotización del peso permite ajustar las ineficiencias propias del país. En el caso específico de la industria automotriz, si el modelo Cruze, producido en México, se vende en ambos lados de la frontera, del lado mexicano tendrá un descuento equivalente al impuesto en Estados Unidos. Por lo tanto, los ciudadanos del sur de Estados Unidos comprarán sus automóviles del lado mexicano de la frontera.

Si el presidente electo de Estados Unidos continúa con su política de intervencionismo, acabará afectando la eficiencia y efectividad de las cadenas logísticas globales, generando inseguridad en la toma de decisiones y un proteccionismo que dejará menos competitivo a Estados Unidos y al mundo. Fuente […]

Se permite el uso, distribución y difusión del contenido publicado en IDIC.mx toda vez que se cite la fuente, se vincule al artículo en nuestro sitio web y se mantenga la intención del contenido. En caso de que no sea de autoría del IDIC A.C. se deberá consultar con el autor original.