Ante un dólar fuerte planee sus compras mejor

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El Economista | Por: Juan Tolentino Morales

El impacto de un dólar caro en sus finanzas personales no sólo se da si tiene deudas en billetes verdes, ya que gran parte de los bienes y servicios que consumimos cotidianamente requiere de componentes cotizados en dicha moneda, también conocidos como insumos dolarizados.

Para que su proveedor de Internet pueda ofrecerle el servicio o para poner un automóvil a la venta, las empresas necesitan de determinados bienes y servicios para que éstas a su vez puedan ofrecer los suyos.

“Los insumos dolarizados son aquellos que están expuestos a una divisa en su adquisición; concretamente, son los insumos que se importan para producir algo”, detalló Gabriel Pérez del Peral, académico de la Universidad Panamericana (UP).

Desafortunadamente, estos insumos cuestan más a las empresas cuando hay dólares caros, y dependiendo de la cantidad de insumos dolarizados que requieran las empresas para ofrecer sus productos, será más o menos probable que tengan que subir los precios.

Sectores vulnerables
El dólar con un precio superior a 20 pesos es mala noticia, sí, pero esto no significa el comienzo de la presión para que las empresas se vean obligadas a sus precios, ya que según los especialistas, es una situación con la que han lidiado desde finales del 2015.

“Ahorita ya se nota (el efecto de un dólar caro); es decir, ya comienza a percibirse el efecto inflacionario, pero las empresas no lo han traspasado al consumidor final”, acotó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico AC.

Recordemos que el peso se ha depreciado 27.45% frente al dólar desde junio del 2015, según datos del Banco de México, lo que significa un escenario adverso, ya que las empresas disminuyen sus márgenes de ganancia (pues tienen que destinar más dinero para comprar lo mismo, por un dólar más caro), y por consiguiente la presión para subir sus precios es cada vez más fuerte.

Sin embargo, este encarecimiento, concuerdan los especialistas, se daría de manera paulatina y no en la misma proporción para todos los bines.

“Los productos que sufren los efectos más rápidamente de una depreciación del peso son aquellos que vienen de las industrias automotriz, electrónica, de la computación y textil”, abundó De la Cruz.

Esto puede verse en el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP), que indica los niveles de inflación para los productores de bienes y servicios del país y que en ciertas industrias se ubica por arriba de 10%, con una tendencia al alza, mientras que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubica en 2.7 por ciento.

“El riesgo que justamente se corre es de que ante el aumento en costos que enfrentan las empresas de estos sectores, se tenga que trasladar parte de esto hacia el consumidor final; ése es el riesgo”, detalló De la Cruz. Continuar leyendo […]

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