Expansión | Por: Carmen Luna.
La fortaleza del consumo, el elemento que mantuvo a flote a la economía mexicana en 2015 y en los primeros meses de 2016, corre el riesgo de perder fuerza ante mayores presiones inflacionarias y la decisión del Banco de México (Banxico) de subir las tasas de interés para contener el desequilibrio de las cuentas externas del país en un panorama externo negativo.
El consumo privado creció a un ritmo promedio de 4% durante 2015 ante los niveles históricamente bajos de inflación, el impacto positivo de la depreciación del peso en las remesas y las bajas tasas de interés.
Sin embargo, el panorama para los consumidores mexicanos comienza a complicarse. En el segundo trimestre del año, el sector servicios, en donde está incluido el consumo, se mantuvo estancado, de acuerdo con cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Entre los factores que explican un menor crecimiento del consumo está la inflación, que podría comenzar a reflejar […] continuar leyendo.