La Política Online.-
El gobierno de Enrique Peña Nieto avanzó con la aprobación de la Ley de Transición Energética, una propuesta que en principio parecía pura ganancia: defender el cuidado del Medio Ambiente es una bandera políticamente, en el plano local como en el escenario internacional.
Pero un detalle abrió un frente de conflicto con los empresarios, que ya planean una batalla judicial para demorar la aplicación de la ley. Sucede que la nueva norma no incluyó al gas natural como fuente de energía limpia, lo que podría generar en un futuro cercano el encarecimiento de la energía para las grandes industrias.
La legislación obliga a los usuarios de electricidad a consumir al menos 25% del fluido de fuentes limpias, objetivo que parece imposible para los industriales. «Una fábrica difícilmente pueda producir con energía solar o eólica y de no cumplir con ese parámetro sufrirán sanciones, que en algún momento se trasladarán al precio del consumidor», adelantó Ramsés Pech, especialista del sector energético.
Lo que en un primer momento comenzó como un fuerte lobby de las empresas -encabezadas por las acereras- ahora parece encaminarse con un destino inexorable: los tribunales. Así lo confirmó José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Economía de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin).
De la Cruz recordó que los industriales se oponen porque prevé que será difícil conseguir la meta de consumo de energía limpia como lo prevé la Ley, por lo que pueden ser sujetos de sanciones. Y anticipó que habrá «miles de amparos» presentados por las empresas.
«Se esperaba tener un acercamiento entre los industriales y el Presidente a principios de enero, para platicar la posibilidad de que esta ley no fuera promulgada. Pero lo que se dio fue el madruguete, en el entendido de que ya se cerraron las negociaciones”, se quejó el dirigente en una entrevista. Continuar leyendo […]