2015:¿Puede México crecer más de 2%? #Opinión

El Universal

La decisión de la Reserva Federal de no modificar sus tasas de interés solamente representa una tregua para la especulación financiera, conforme se aproxime la fecha de su próxima reunión nuevamente observaremos la volatilidad provocada por quienes obtienen dividendos de la misma. Alguien siempre gana con ello.

El problema será que para ese momento la desaceleración y recesión económica habrán avanzado y exacerbado el debilitamiento que en estos momentos viven economías relevantes como Canadá, Brasil, Japón, China, Rusia, Sudáfrica, España, Italia y Corea del Sur, por citar solamente algunos ejemplos.

El sueño de los BRICS se ha difuminado, solamente la India mantiene una fuerte dinámica. Las economías emergentes pierden fuerza conforme los capitales financieros se reagrupan en torno al dólar.

La especulación provocada por la Reserva Federal fue en aumento, la aparentemente responsable e inocente indefinición sobre el alza de sus tasas de referencia provocó una fuerte depreciación de las monedas a nivel internacional, en donde el peso mexicano no fue la excepción.

Esto muestra cómo el capital financiero fluctúa ante las decisiones monetarias de Estados Unidos.

México llega con una marcada debilidad a esta etapa. Tres gobiernos no aprovecharon el entorno favorable de altos precios del petróleo y bajas tasas de interés. Desde 2003 se vivió un contexto positivo que terminó en 2014, y que difícilmente se volverá a repetir en esta generación.

La ilusión de las reformas estructurales cobra su factura. Durante años se soñó con un paradigma que vendría a resolver el problema de un modelo económico que no es funcional en la actual geoconomía.

El aperturismo comercial y el libre mercado sin fomento económico no pueden competir contra el Capitalismo de Estado de naciones como China. Una cuestión similar enfrentan países que no tienen una sólida y activa política industrial.

Desafortunadamente se apostó todo a las reformas, pero en el corto plazo la lógica económica es otra. Así lo muestra la evidencia. El 2015 no trajo los resultados esperados por el gobierno: el PIB creció solamente 2.4% en el primer semestre, producto de la desaceleración industrial, de la ineficacia del gasto público y de que las reformas no tienen ningún componente que les permita enfrentar una coyuntura económica internacional marcada por la volatilidad y debilidad financiera.

La pérdida de valor frente al dólar no provocó un aumento de las exportaciones, por el contrario el déficit comercial va en aumento, producto del debilitamiento industrial norteamericano. Esto demuestra que la depreciación de 25% no es factor para aumentar la competitividad de las exportaciones. Para ello se requiere de una competitividad industrial basada en el valor agregado, la innovación, los encadenamientos productivos y el contenido nacional.

México paga el costo de la depreciación y del incremento de déficit, durante los primeros siete meses del año ha debido erogar casi 80 mil millones de pesos adicionales a lo realizado en el mismo periodo de 2014.

Además comienza el proceso de mayor austeridad en el gasto público. Desde agosto se vive un incremento en la astringencia para la inversión federal, la cual se elevará durante 2016. La presión de la deuda y su costo financiero provocan el retiro del gobierno de la actividad productiva.

Lo descrito se conjugará con una mayor desaceleración industrial, su crecimiento acumulado es decepcionante, únicamente 1% hasta julio. El propio sector automotriz, al que se beneficia con políticas públicas federales y estatales, ha comenzado a sufrir el enfriamiento económico.

Si el ritmo de la construcción se modera, la industria lo hará más. La salvaguarda del consumo privado también podría terminarse, así lo muestra es resultado de demanda agregada del segundo trimestre. Por ello México corre el riesgo de vivir un segundo semestre de mayor debilidad, quizá el crecimiento de 2% no sea alcanzable.

Por: José Luis de la Cruz
Director General IDIC

Fuente: Publicado originalmente en El Universal […]

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