Las cifras de ocupación y empleo acumuladas hasta el primer semestre del 2015 constituyen una situación paradójica:
- La reducción de la desocupación es un factor positivo: de 4.9% en 2014 a 4.6% en 2015.
- El problema radica en que la mayor empleabilidad se da en un contexto poco propicio para el bienestar y desarrollo de la población.
- La ocupación se generado para la población con menor nivel de instrucción: mientras que en 2012 la proporción de personas desocupadas con secundaria completa y educación media superior y superior representaba 73.2%, ésta incrementó a 78.7% para 2015 (Gráfica 9).
- Por tanto, el avance de la ocupación se ha traducido en un retroceso en términos de la movilidad social: tener mayores grados de estudios no garantiza una ocupación, un problema que se ha profundizado durante el 2015.
- Esto es producto del bajo crecimiento económico: se genera bajo valor agregado que segrega a personas con mayores estudios y cualificaciones.
- También es producto del modelo maquilador de México: importar exportaciones desplaza a la gente que genera innovación y desarrollo tecnológico.
Gráfica 9
- Los bajos salarios constituyen un segundo elemento que evidencia un entorno adverso para la población ocupada.
- La creación de ocupación entre 2012 y 2015 se dio en el rango de ingresos que no superan los 3 salarios mínimos. La mayor proporción se tuvo entre uno y dos salarios mínimos. Con la información disponible hasta el primer semestre del 2015, y contabilizando la información promedio de un año, se puede observar que las mayores oportunidades de empleo y ocupación no superaron el ingreso de 2 salarios mínimos (Gráfica 10).
Gráfica 10
- Por el contrario se puede observar una destrucción de empleo y ocupación para las personas que ganaron más de 3 salarios mínimos.
- Una situación adicional a considerar es un elemento metodológico. De la nueva ocupación generada cerca de un millón se encuentra catalogado como no especificada, lo cual limita las decisiones en términos de política pública orientadas a mejorar las condiciones del entorno en cuanto a ingresos laborales.
- La tasa de subocupación, que mide a las personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite, refleja una disminución en su evolución: de 8.6% en 2012 a 8.1% en 2015, indicando que menos personas ocupadas buscan una opción adicional de empleo, situación que se da a pesar de la disminución de trabajos mejores pagados. Una explicación a este contrasentido radica en que la ocupación es de bajos salarios pero de horarios extendidos.
- La evidencia mostrada por el incremente en la tasa de condiciones críticas de ocupación (Gráfica 11). Su evolución permite entender la disminución en la subocupación, la cual se refiere al porcentaje de la población ocupada, que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos, ya que en parte los trabajadores pueden contar con la necesidad de un ingreso adicional pero no con el tiempo que requieren para poder buscar una ocupación extra.
Gráfica 11
- Un aspecto positivo a resaltar es la disminución en la tasa de informalidad, la cual retrocedió del 60.1% en 2012 al 57.8% en 2015, lo que implica una caída en el número de personas ocupadas laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan: micronegocios no registrados formalmente, ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social.
- Lo anterior se encuentra en línea con el mayor registro de patrones en el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), al darse un aumento de 29,596 nuevos patrones entre 2012 y 2015. No obstante, el mismo es insuficiente para una economía de 120 millones de habitantes, ya que en promedio se dieron únicamente 925 unidades económicas formales nuevas al mes durante los últimos 32 meses. El mayor registro se dio en el sector de servicios para empresas, personas y el hogar con 29%, seguido de la industria de la construcción con 26%, los servicios sociales y comunales con 14% y el comercio con 12%, mientras que sectores con mayor generación de valor agregado como la industria de la transformación (7%) y transporte y comunicaciones (9%), tuvieron una participación menor de registro.
Lo descrito resume la paradoja del mercado laboral, ya que la mayor ocupación se ha dado en un entorno adverso para las personas ocupadas, indicado una situación de precariedad en su contexto y con ello vulnerando las condiciones sociales y el desarrollo del mercado interno del país.
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