El Economista | Por: Roberto Morales.
El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés) prevé establecer reglas y procedimientos para el comercio de bienes y servicios realizados por Internet y otros medios electrónicos, lo que conforma un capítulo no incluido en ningún tratado regional vigente en el mundo.
La regulación sería consecuencia de un cambio dramático, con este tipo de comercio permanentemente creciente, cuando no existía hace dos décadas. A través de estos canales, las ventas al por menor sumaron un estimado de 1.5 billones de dólares, a nivel global, en el 2014, un alza interanual de 20%, según la consultoría eMarketer.
La negociación del TPP involucra una apertura comercial ambiciosa entre 12 países, incluidos Estados Unidos, Japón y México, y comprende además temas como los propiedad intelectual y cooperación regulatoria, con aspectos no tratados, al igual que el comercio electrónico, en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En el 2014, el comercio electrónico de México registró un crecimiento interanual de 34%, para llegar a 12,200 millones de dólares, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet (Amipci). Particularmente, las ventas al por menor sumaron 4,380 millones de dólares, según eMarketer.
El gobierno estadounidense ha informado que el texto del borrador del TPP contiene disposiciones sobre la obligación de no aplicar aranceles aduaneros en el comercio electrónico, en línea con la moratoria de la OMC, y se asume el compromiso de no discriminación (trato nacional y nación más favorecida). Continuar leyendo […]