SCT desmiente ajuste en nuevo aeropuerto

Raúl González Apaolaza, director del GACM, fue corregido por la dependencia. (Mónica González) Milenio.

Rectifica versión de directivo del GACM; confirma financiamiento mixto de recursos públicos y privados de 58% y 42%, respectivamente.

Por Roberto Valadez y Pilar Juárez | Milenio

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) precisó en un comunicado que el esquema de financiamiento del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Cidad de México (NAICM) no ha tenido cambios y que «se encuentra de acuerdo a lo programado».

La aclaración, emitida por la noche, se dio luego de que durante la mañana de ayer el director corporativo de Infraestructura del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Raúl González Apaolaza, dijera que se analizan más esquemas de inversión para construir el nuevo aeropuerto.

En su participación en la cuarta Conferencia Anáhuac: Perspectivas turísticas para México, el funcionario atribuyó esta búsqueda al complicado escenario por la baja en el precio del petróleo y la situación económica nacional e internacional.

«Tendremos que ajustar nuestros esquemas de financiamiento», dijo González. «Basábamos la edificación con recursos fiscales completados con bancarios y ahora tenemos que revisar».

La SCT confirmó que el esquema actual, que implica inversiones para cubrir un costo estimado en 169 mil millones de pesos, prevé un financiamiento mixto de recursos públicos y privados en proporción de 58 y 42 por ciento, respectivamente.

Asimismo, detalló que el primer tramo del esquema de financiamiento, anunciado en septiembre del año pasado, por mil millones de dólares, ya comenzó a aplicarse.

«Se utilizaron 129 millones para el prepago de la deuda de la Terminal 2 (del actual aeropuerto) y la creación del fondo de reserva para el servicio de la deuda y gastos inherentes a la transacción», informó la dependencia.

Ese crédito, dado a Nacional Financiera, fue aportado por BBVA Bancomer, HSBC USA, Citigroup Global Markets y Banco Inbursa, tomado como garantía los ingresos por la tarifa de uso del aeropuerto actual (TUA).

Se espera otro tramo de entre mil 500 y 2 mil millones de dólares para este año.

El nuevo aeropuerto es una de las principales obras de infraestructura de la actual administración, pero enfrenta la caída de los precios petroleros y la depreciación del peso. De acuerdo con información de Pemex y el Banco de México, desde junio del año pasado la mezcla mexicana ha registrado un descenso de 62.7 por ciento en su precio.

José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), dijo que pese a este escenario se debe buscar esquemas financieros adecuados, sin descartar algo que el gobierno no contempla.

Más participación privada

González dijo que el GACM ha tenido reuniones con todos los grupos de interés y empresas como Aeroméxico han propuesto esquemas de inversión pública y privada.

Un ejecutivo de la aerolínea dijo a MILENIO que la experiencia en otros grandes aeropuertos en el mundo es de coparticipación entre empresa y gobierno para la edificación y administración de los mismos.

Durante el Tianguis Turístico en mayo de 2014, Miguel Alemán Velasco, presidente del consejo de administración de Interjet, indicó que la autoridad evaluaba incluir a las aerolíneas en la planeación de la nueva terminal.

Víctor Hugo Valdés, doctor en Gestión Estratégica y Políticas de Desarrollo por la Universidad Anáhuac, recordó que para la primera fase del aeropuerto se esperaba una aportación de la Federación por 98 mil millones de pesos, pero eso se tiene que revisar por lo que apoyó la idea de un esquema público-privado.

«De acuerdo con prácticas internacionales es importante que el sector privado participe en la tenencia y posesión de los activos del aeropuerto o en la operación del mismo», dijo en entrevista. La situación, dijo Valdés, abre la puerta para la participación privada pues «los posibles inversionistas tienen una frontera de decisión de mucho más largo plazo».

En este sentido, De la Cruz dijo que una ventaja es que «el sector privado asume el costo y el riesgo de que el proyecto sea exitoso para obtener dividendos. Se hace autofinanciable la ejecución y permite tener a empresas especializadas».

La participación privada también fue recomendada por Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico y expertos de la banca, quienes señalan que es factible la figura de Proyectos de Prestación de Servicios, un esquema en que un inversionista proveedor recibe un pago, el cual el gobierno federal registra como gasto corriente… Continuar leyendo […]

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